Tienen una visión similar respecto al SMI, pero difieren en lo tocante a la reforma laboral
La Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE) cerrará este martes, 8 de noviembre, el plazo para la inscripción de candidaturas para la presidencia de la patronal, con el actual presidente, Antonio Garamendi, y la vicepresidenta de Foment del Treball, Virginia Guinda, como aspirantes.
Garamendi comunicó su intención de optar a la reelección el pasado 21 de septiembre, cuando la Junta Directiva de la CEOE acordó el 23 de noviembre como fecha para la celebración de la Asamblea Electoral, mientras que Guinda anunció su candidatura la semana pasada.
Los estatutos de la CEOE establecen que los candidatos a la Presidencia deben contar con el apoyo de, al menos, 20 representantes vocales de la nueva Asamblea General, que, a su vez, sean representantes de, al menos, cuatro diferentes organizaciones miembro de pleno derecho.
Garamendi aseguró a finales de octubre que contaba con "el aplastante apoyo de las organizaciones", con el respaldo de "todos los territorios menos uno" y de "los grandes sectores".
Entonces, el único competidor que valoraba la posibilidad de disputar la presidencia de la CEOE a Garamendi era el presidente de Faconauto, la patronal del automóvil, Gerardo Pérez, aunque finalmente descartó la idea.
En esos días, también sonó el nombre del presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, y fue el propio Garamendi quien lo desmintió y disipó cualquier rumor de dudas entre ellos.
Sin Pérez ni Cuerva en la carrera electoral de la CEOE, el camino de Garamendi parecía despejado para revalidar su puesto otros cuatro años más, hasta que la semana pasada Virginia Guinda confirmó su candidatura.
Guinda eligió la sede de Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), en Madrid, para presentar su candidatura en un acto de "transparencia, honestidad y respeto" al sector del que procede, como ella misma señaló.
La candidata a la presidencia de la CEOE evitó las críticas al actual presidente y a su gestión y se centró en exponer su agenda para la patronal, "más propositiva" y más consultiva con sus bases, con capacidad de escucha "de abajo arriba para llegar a mejores soluciones".
La vicepresidenta de Foment del Treball insistió en varias ocasiones a lo largo de la rueda de prensa en la necesidad de consultar más a las organizaciones y asociaciones que integran la CEOE, y defendió que la patronal solo "tiene que ser complaciente con sus socios, que es a quienes representa".
Además de ser vicepresidenta de Foment del Treball, Guinda es miembro de la junta de la CEOE desde 2018. También se desempeña como directora técnica de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen), sector al que representa en el Consejo Consultivo de Electricidad de la Concisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). Asimismo, es vocal de las juntas directivas de Aspapel y de Gasindustrial.
La CEOE se enfrentará en las próximas semanas a la negociación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), en la mesa tripartita con el Gobierno y los sindicatos. La intención del Gobierno es elevar el SMI en 2023 al 60% del salario medio español y los sindicatos esperan que el Ejecutivo cumpla su promesa.
Garamendi y Guinda han manifestado una visión similar sobre el SMI, y los dos coinciden en que la cuantía debe variar en función del sector o de la comunidad autónoma.
El presidente de la CEOE ha expresado en varias ocasiones sus reticencias a una nueva subida del SMI y argumenta su decisión en que en algunas autonomías el SMI ya es superior al salario medio, a lo que añade que muchos empresarios no pueden hacer frente a esa revisión salarial.
Guinda se ha pronunciado en una línea similar y se ha mostrado partidaria de abordar el SMI desde "una visión más pragmática", ya que "no debería ser el mismo" según el sector y la situación del trabajador.
"No nos tiene que dar miedo regular las cosas desde la complejidad, porque lo que tenemos que perseguir es que la economía funcione", expresó Guinda.
En cuanto a las subidas salariales del sector privado, la candidata a la presidencia reafirmó que los sueldos "tienen que subir", aunque sin hablar de horquillas y siempre en función de la situación particular de cara área.
Respecto a esta cuestión, Garamendi se ha mostrado más cauto en sus intervenciones y apela a los convenios sectoriales y de empresas, con subidas salariales, que se han ido pactando de manera concreta.
Al margen de esos convenios, la patronal y los sindicatos dejaron en suspenso la mesa del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), en mayo, por las discrepancias sobre la cláusula de revisión salarial que reclamaban los sindicatos.
Mientras que Garamendi alienta a respetar la reforma laboral, pactada a finales de 2021 entre el Gobierno, la CEOE y los sindicatos, tras unos nueve meses de negociación, Guinda mostró en la rueda de prensa sus dudas al respecto.
La rival del presidente de la patronal considera que la nueva normativa, que todavía no lleva un año en vigor, no se adecua a la situación actual del mercado de trabajo. A su juicio, esto da "una oportunidad de abordar una nueva reforma laboral para actualizar" la actual.
Al margen de esta diferencia, las posiciones de Garamendi y Guinda coinciden en otras cuestiones como los recelos contra el impuesto a la banca y a las energéticas, o en la necesidad de que el pacto de rentas vaya más allá de los salarios e incluya también aspecto como las pensiones o los funcionarios.