Garamendi pide evitar el "catastrofismo" en España para no espantar la inversión

El presidente de la CEOE cree que "tenemos obligación de hablar bien de nuestro país"

Bolsamanía
Europa Press | 09 oct, 2019 10:58 - Actualizado: 11:07
ep el presidente de la ceoe antonio garamendi durante su intervencion en los desayunos informativos
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.Marta Fernández Jara - Europa Press

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido este miércoles que se evite el "catastrofismo" al hablar de la situación económica española para no espantar a los inversores extranjeros. "Cuidado con ser catastrofista porque nuestros inversores son extranjeros (...) Son las viudas de Escocia, los fondos... Tenemos obligación de hablar bien de nuestro país. Mucho cuidado con poner mal a nuestro país porque no le haríamos ningún favor", ha advertido al respecto.

Durante su participación en 'Los Desayunos Informativos de Europa Press', Garamendi ha asegurado que "un empresario no puede hablar de crisis" y ha añadido que él espera no tener que hacerlo y limitarse sólo a hablar de desaceleración económica.

El dirigente empresarial ha subrayado que la CEOE, en su papel de "Pepito Grillo", ya avisó "hace muchos meses" de que el crecimiento en España iba a ser este año del 2,1%, una previsión hecha "desde la moderación" y que igual "habría que corregir de alguna manera".

En este sentido, Garamendi ha explicado que se está viviendo un cambio global, con la proliferación de "populismos a todos los niveles", que están afectando mucho a la situación mundial: desde el enfrentamiento entre EEUU y China, "que no es sólo comercial", al Brexit, pasando por la desaceleración de la economía alemana, uno de los motores de Europa.

Ha reconocido que no ha leído ni leerá los programas electorales de los partidos que se presentan a las elecciones

"El mundo está algo complicado y si a eso le añadimos que un dron puede hacer una auténtica avería y causar movimientos en los precios del petróleo...", ha apuntado Garamendi, que ha agregado que a todo lo anterior hay que sumar los propios problemas de España: exceso de deuda y además con déficit.

"Yo estoy venga a hablar de estabilidad y moderación, porque eso da confianza, y en estos momentos lo que pasa es que hay desconfianza. La gente está ahorrando porque tiene miedo al futuro y estamos todos quietos a ver qué pasa (...) Si en España no hacemos nada, tenemos un problema, pero si nos ponemos a ello, el problema lo arreglaremos mejor", ha indicado.

En este escenario, y "sin ponerse catastrofista", el presidente de la CEOE ha pedido "dejarse de egoísmos" y que los partidos políticos se sienten a hablar después de las elecciones generales del 10 de noviembre para trabajar juntos, como se hizo con los Pactos de la Moncloa. "Después de abril nos sentimos un poco profetas en el desierto porque pedimos que los partidos se pusieran a hablar (...) Ahora las nubes se van despejando y vemos que hace pocos días han empezado a hablar de lo que nos une y no de los que nos separa. Soy optimista y pienso que se sentarán a hablar después del 10 de noviembre porque hay grandes temas que necesitan pactos de Estado. A partir del 10 de noviembre es momento de altura de miras", ha asegurado.

TRABAJAR YA CON LOS SINDICATOS PARA "DESATASCAR" TEMAS

Garamendi ha apuntado que los empresarios ni están ni estarán en campaña electoral y ha reconocido que no ha leído ni leerá los programas electorales de los partidos que se presentan a las elecciones.

En todo caso, se ha mostrado partidario de trabajar en el diálogo bipartito (con los sindicatos) para ir "desatascando" temas y poder presentarlos "de manera ordenada" a los partidos políticos y al Gobierno que salga de las elecciones. Entre los temas que deben abordarse y que Garamendi considera claves se encuentran la digitalización, la educación y la formación, la innovación, la industria y la lucha contra la economía sumergida, "el principal problema de España".

"La economía sumergida no la crea el Ibex", ha subrayado Garamendi, que ha explicado que esta lacra supone en España el 24%, casi el doble que en España, donde se sitúa en el 13%. "Son miles de millones de euros que arreglarían los problemas que tenemos en España", ha apuntado.

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