Pide flexibilizar los ERTE con reincorporación parcial de plantillas
La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) estima que la recuperación económica y del empleo hasta los niveles previos a la pandemia no se producirá hasta el año 2023, y calcula que el paro rozaría ya el 34% sumando a los afectados por ERTE, por lo que pide flexibilizar este tipo de expedientes contemplando la reincorporación parcial de trabajadores y acometer una política de recuperación pero con un plan sobre el déficit a medio plazo y asumiendo el BCE en su balance de forma "prolongada" la parte ligada a la pandemia.
Así lo ha señalado el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, durante un webinar para analizar los últimos datos de PIB y empleo y comentar sus previsiones económicas, en la que ha cifrado la caída económica en un 20,3% en el primer semestre respecto a finales de 2019, con una moderación de la caída en el tercer trimestre (-5,3%), situándose el PIB a finales de 2021 todavía unos tres puntos por debajo de los niveles previos a la crisis.
"La economía no se recuperará completamente hasta 2023", ha afirmado Torres, con unas previsiones de Funcas que apuntan a una caída del PIB del 7% este año y un repunte del 5,4% el próximo ejercicio, frente al retroceso del 9,2% y el alza del 6,8%, respectivamente, previsto por el Gobierno.
No obstante, Torres ha explicado que la recuperación no será "simétrica" en todos los sectores, sino que la contribución de cada sector al PIB será "muy diferente" tras la crisis, por lo que ve necesario una estrategia de reconstrucción a largo plazo adaptada a los sectores.
A este respecto, Torres ha explicado que España ha registrado un parón inmediato de la actividad similar al de las principales economías, pero la magnitud del impacto dependerá de las vulnerabilidades propias de cada sistema y en el caso de España la caída será más profunda por el mayor peso del sector turístico y del de servicios. A esto se suma el mayor peso de las pymes y del trabajo temporal, junto a los "insuficientes esfuerzos de corrección que se hicieron durante la etapa de expansión".
La previsión de que no se produzca la recuperación económica hasta 2023 también se extrapola al empleo, según Funcas, que estima que la tasa de paro podría alcanzar el 19% este año y bajar al 17% el próximo.
De hecho, sus estimaciones apuntan a que el paro habría alcanzado el 14,7% en el primer trimestre, y un 17,2% sumando los afectados por ERTE, pero este segundo trimestre ya rondaría el 19,9%, llegando al 34% con los ERTE. Para el tercer trimestre calcula una tasa de desempleo del 20,4% (23,8% con ERTE) y del 20,5% en el cuarto trimestre (22,4% con ERTE).
Por ello, ha valorado la puesta en marcha de los mecanismos de expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE), que en anteriores crisis permitieron frenar la destrucción de empleo en otros países europeos, y ha abogado por flexibilizarlos.
En concreto, mediante una prórroga y la activación "progresiva" y "parcial" de una parte de la plantilla afectada por los ERTE, ya que las empresas actualmente tienen "reticencia" ya que no conocen su situación en los próximos meses y si recuperan a todos sus trabajadores pueden llegar a tener problemas de tesorería.
En este sentido, considera que la cifra de 17.000 millones presupuestada por el Gobierno para los ERTE será mayor, si bien cree necesario avanzar en la flexibilización de estos mecanismos, en la línea de otros países como Alemania que con el plan 'Kurzarbeit' acumula 10 millones de empleados acogidos a los ERTE, así como en otras vías como la reducción de jornada para evitar una mayor destrucción de empleo.
Junto a la flexibilidad de los ERTE, Torres ha marcado como prioridades profundizar y agilizar los trámites para la concesión de liquidez "lo antes posible", junto a moratoria de impuestos.
"Todo euro gastado en este momento es probablemente el más efectivo, es el multiplicador más alto que pueda producirse, la economía lo necesita", ha apostillado, si bien ha incidido en la "dificultad" de encontrar el espacio fiscal suficiente para financiar.
Con una previsión del déficit del 10,1% este año y una deuda pública del 113,8%, Funcas estima que cada mes el Tesoro Público tendrá que emitir colocar unos 20.000 millones de euros de aquí a final de año, si bien Torres ha citado como tercera prioridad junto a los ERE y la liquidez el impulso de la demanda pública. Ha cifrado el impulso fiscal de España en un 1,6%.
En este sentido, ha diferenciado entre el déficit vinculado a las medidas y el impacto de la crisis del Covid-19 y el déficit estructural provocado por medidas permanentes.
Para el déficit ligado la pandemia, derivado de los ERTE o los avales, debería permanecer "un tiempo prolongado" en el balance del Banco Central Europeo (BCE), ya que si los Estados miembros deben asumir la carga financiera obligaría a reducir el tamaño de sus "dispositivos" de recuperación y agudizaría la recesión.
En cuanto a la parte de déficit y deuda estructural por medidas que no son respuesta directa a la pandemia, como el ingreso mínimo vital que prevé aprobar el Gobierno este mes, cree que debe llevar parejo un "recurso" de recaudación "igual de recurrente y estructural", ya que esta partida no será asumida por el BCE u otros organismos "ni con deuda mutualizada ni con nada".
En cualquier caso, ve "impensable" que la reducción del ritmo de déficit sea "demasiado agresiva" porque "descarrilaría una recuperación incipiente", pero sí aboga por que haya un plan a medio plazo para reducir el déficit estructural, que cifra en torno al 3,5% del PIB.
Este plan debe ser "escalonado" en el tiempo y mezclar medidas de gasto e ingresos "calibradas" y con un estudio de su impacto en la economía, ha dicho.
Por su parte, cree que podría ser "muy útil" el mecanismo del SURE, de reaseguro del desempleo, en la transición entre el plan de emergencia del BCE y la reconstrucción para ayudar a la recolocación de afectados por ERTE y los parados que no encuentren empleo en el mismo sector, así como a los de larga duración y los jóvenes.