El primer ministro británico ya le ha instado a no entrometerse en las elecciones
Boris Johnson está nervioso. La visita de Donald Trump a Reino Unido para asistir a la cumbre de la OTAN ha puesto al primer ministro británico en un brete cuando quedan apenas unos días para las elecciones del 12 de diciembre. El conservador teme que el presidente estadounidense se inmiscuya en esta importante cita en las urnas, y no es para menos. Algunos analistas apuntan a Trump como "una fuerza política tóxica" que puede desbaratar los planes del líder tory.
Los expertos creen que la llegada de Trump puede suponer un problema para Johnson a falta de 10 días para los comicios. Es probable que el republicano, que aterriza en Londres este mismo lunes, se vea tentado a comentar cuestiones políticas delicadas que han surgido durante la campaña, como por ejemplo lo que está o no ocurriendo con el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) -los laboristas han acusado a Johnson de estar negociando su 'venta' a EEUU- o posibles conversaciones comerciales entre ambos países.
A sabiendas de que lo mucho que se juega en las elecciones, el 'premier' ya ha pedido a Trump que no se involucre en el proceso electoral, que no hable, temeroso de que pueda decir algo que haga descarrilar la campaña del Partido Conservador, que según todas las encuestas se alzará con la victoria en las urnas. "Lo que no hacemos tradicionalmente como aliados y amigos cariñosos, lo que no hacemos tradicionalmente, es involucrarnos en las campañas electorales de los demás", dijo en una entrevista con la radio LBC, en lo que todos han interpretado como un claro mensaje a Trump ante su visita a tierras británicas.
"Trump podría tener un gran impacto sobre quién será el próximo residente en el número 10 de Downing Street", dice Craig Erlam, analista de Oanda. Y es que, apunta, "la visita se produce en un momento muy delicado", solo 10 días antes de las elecciones y con el Servicio Nacional de Salud de nuevo en el candelero, especialmente por su papel en las futuras conversaciones comerciales con EEUU. "Trump no ayudó a los conservadores cuando afirmó que todo está sobre la mesa, y Corbyn y su equipo han saltado sobre eso".
Y a eso hay que añadir "su claro apoyo al Brexit, a uno que se parece más a la versión fantástica de Nigel Farage que a la que Boris ha negociado". Por eso, el primer ministro "puede estar más nervioso que nadie por la visita de su amigo", teniendo en cuenta que el Partido Laborista está ganando terreno a los 'tories' en los últimos sondeos.
EL HOMBRE DEL SACO
Otros analistas también ven inoportuna la visita de Trump e inciden en cómo puede afectar a Johnson y los suyos. "Trump es, en general, una fuerza política tóxica en el Reino Unido", señala Brian Klaas, profesor de política global en el University College London. En declaraciones a CNBC, este experto apunta que "una abrumadora mayoría de británicos rechazan su política, incluso aunque muchos se dan cuenta de que Reino Unido sin Estados Unidos es mucho más débil que con EEUU en una 'relación especial'".
El problema, cree este politólogo, es que Trump "no tiene filtro" y "no le importará si sus asesores le dicen -o Boris le suplica- que no hable sobre las elecciones, el NHS, o sobre lo que Reino Unido tendrá que entregar a EEUU en un posible acuerdo comercial". Además, cree que el presidente estadounidense tiene "una comprensión muy limitada de las sensibilidades políticas británicas", a tenor de lo que ha dicho en visitas anteriores del Sistema Nacional de Salud.
Por su parte, Matthew Oxenford, analista de Economist Intelligence Unit (EIU), ve al republicano como "el hombre del saco" y, dado que "nunca ha sido de los que se abstienen", Trump "sin duda", se adentrará en la campaña electoral de Reino Unido durante su visita a Londres. "Generalmente es una figura impopular en el Reino Unido, así que Johnson no querrá abrazarlo, pero tampoco puede ignorarlo", remarca este experto.
"Los conservadores van a querer que Trump se mantenga lo más alejado posible de los titulares", cree Constantine Fraser, analista político europeo del grupo de investigación TS Lombard. Otra cosa es que lo consiga.