Además, reconoce que la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas es alta
El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que la zona euro necesita "un mayor endurecimiento de la política monetaria", al mismo tiempo que ve necesario mantener una política restrictiva para garantizar que la inflación regrese al objetivo del 2% de manera oportuna.
Así lo recoge en la consulta sobre las políticas de la eurozona realizada por la ejecutiva de la institución en el contexto de las obligaciones del Artículo IV de los países miembros.
"Los directores señalaron la necesidad de mantener una postura de política monetaria estricta para garantizar que la inflación regrese al objetivo de manera oportuna, y la mayoría de los directores destacaron que se necesita un mayor endurecimiento de la política monetaria", indica el FMI.
Respecto a la economía, espera que el crecimiento en la zona euro se recupere "gradualmente" a lo largo de 2023 y 2024, respaldado por una recuperación de los ingresos reales en un contexto de "condiciones del mercado laboral aún más estrictas, una mayor relajación de las restricciones de oferta y una demanda externa más firme, incluso cuando las condiciones financieras continúan apretando".
El FMI destaca que la economía de la eurozona ha mostrado una notable resiliencia tras la invasión rusa de Ucrania gracias a una rápida respuesta política. Sin embargo, "la actividad económica se debilitó significativamente en la segunda mitad de 2022 y cayó en una leve recesión técnica a principios de 2023 cuando las condiciones financieras se endurecieron, los salarios reales disminuyeron y la confianza del consumidor cayó", explica el organismo.
Con todo, la institución cree que la eurozona se irá recuperando de cara al futuro y, a medida que las condiciones financieras restrictivas restrinjan la demanda y los shocks de oferta se disipen aún más, estima que la inflación disminuirá aún más, aunque se prevé que permanecerá elevada "durante un tiempo prolongado".
No obstante, el FMI advierte que "la incertidumbre en torno a las perspectivas es alta. La turbulencia en los mercados financieros, incluso por problemas en otros lugares, podría provocar una contracción del crédito y un aumento más amplio de la aversión al riesgo, mientras que una demanda externa más débil afectaría negativamente las perspectivas de crecimiento del bloque".
Por el lado positivo, indica que la economía podría demostrar nuevamente ser más resistente de lo esperado, especialmente en medio de un exceso de ahorro todavía grande.
La institución también pone de manifiesto que "una postura fiscal más estricta ayudaría a contener las presiones inflacionistas".
Además, hacen hincapié en que una reducción de los déficits es esencial para salvaguardar la sostenibilidad fiscal en muchos países muy endeudados, "incluso mediante la eliminación gradual de las medidas de alivio energético y el ahorro de ingresos extraordinarios".