Es la segunda agencia de calificación que acomete este movimiento ante los planes fiscales de Truss
Difícil papel el que enfrenta Reino Unido en los próximos meses. La llegada de Liz Truss al número 10 de Downing Street ha sido un auténtico torbellino, y sus planes fiscales no han gustado demasiado al mercado... ni a los expertos. Y es que Fitch se ha convertido en la segunda agencia de calificación que ha rebajado la perspectiva sobre la deuda del país de 'estable' a 'negativa'.
Hace unos días era Standard & Poor's la que rebajaba la perspectiva sobre el rating del país de 'estable' a 'negativa' por los riesgos fiscales que consideraba que entraña el plan dado a conocer por el Gobierno de Truss, y ahora ha sido Fitch la que se ha movido en la misma dirección y alegando las mismas razones.
"El amplio y no financiado paquete fiscal anunciado como parte del plan de crecimiento del nuevo Gobierno podría conducir a un aumento significativo de los déficits fiscales a medio plazo", ha apuntado Fitch en una nota.
El ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, ha anunciado 45.000 millones de libras de recortes fiscales sin financiación, junto con grandes subsidios a la energía y otras medidas destinadas a impulsar el crecimiento, pero los mercados financieros no han recibido de buen grado este plan por el endeudamiento adicional que supondrá para la economía británica.
De hecho, la libra esterlina cayó a un mínimo histórico frente al dólar y algunos bonos del Estado británico sufrieron la mayor caída en décadas, lo que obligó al Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) a intervenir para estabilizar los mercados. Kwarteng ha dado marcha atrás con una de las medidas, la que suponía una rebaja de impuestos a los ricos, pero ni eso ha hecho cambiar de opinión a las agencias de calificación.
Tanto es así que Fitch ha declarado que esto no es suficiente para cambiar su evaluación. Y es que cree que la falta de previsiones presupuestarias independientes, así como un aparente choque con la estrategia de lucha contra la inflación del Banco de Inglaterra, han "afectado negativamente a la confianza de los mercados financieros y a la credibilidad del marco político, una fortaleza clave de la calificación desde hace tiempo".
"Aunque el Gobierno ha dado marcha atrás en la eliminación del impuesto, el debilitado capital político del Gobierno podría socavar aún más la credibilidad y el apoyo a la estrategia fiscal del Gobierno", ha apuntado la agencia, que prevé que el déficit de las administraciones públicas británicas alcanzará el 7,8% del Producto Interior Bruto (PIB) este año y el 8,8% en 2023, mientras que la deuda de las administraciones públicas aumentará hasta el 109% del PIB en 2024.