El asunto de la independencia sigue siendo divisorio, según la agencia de calificación
La reciente concesión de indultos por el Gobierno español a los políticos catalanes presos tras la consulta independentista ilegal de octubre de 2017 refuerza la opinión sobre la reducción de los riesgos vinculados al separatismo catalán según la agencia Fitch Ratings, que confía en que el clima más conciliador ayudará a impulsar la aprobación de leyes clave y reforzar la estabilidad del Gobierno.
"Esperamos que los indultos ayuden a la aprobación de legislación clave (incluidos los Presupuestos de 2022) y refuercen la estabilidad del Gobierno", señala la calificadora de riesgos, que en su última evaluación de la nota de solvencia de España ya tuvo en cuenta las relaciones más conciliadoras entre los gobiernos central y regional desde principios de 2020.
De este modo, cuando confirmó el rating soberano a largo plazo 'A-' de España con perspectiva estable, Fitch suprimió el ajuste cualitativo negativo de un nivel al resultado de su modelo de calificación soberana para reflejar la disminución del impacto potencial crediticio de los riesgos políticos relacionados con el separatismo catalán.
Sin embargo, la agencia admite que la cuestión de la independencia catalana sigue siendo un tema divisorio, con una mayoría opuesta a los indultos en toda España (53%, según una encuesta de Ipsos) y un fuerte apoyo en Cataluña (68%), exacerbando las tensiones entre el Gobierno y los partidos de oposición contrarios a los indultos.
Además, aunque el diálogo entre los socialistas y ERC parece que va a reiniciarse, Fitch apunta la existencia de una gran divergencia en los objetivos finales, con ERC apuntando a un referéndum sobre la independencia.
"La dinámica política catalana es otra fuente de incertidumbre. Creemos que unas relaciones más conciliadoras también reflejan la estrategia más pragmática y gradualista de ERC en relación con la independencia que Junts per Catalunya, su socio de coalición en el Gobierno catalán", explica.
Por otro lado, al tiempo que el riesgo político para la nota española se ha reducido, Fitch introdujo en su evaluación del mes pasado un ajuste negativo de un escalón relacionado con las finanzas públicas para reflejar el fuerte aumento de la deuda bruta del Gobierno español desde 2019, ya que la relación deuda pública/PIB aumentó casi un 25% en 2020, debido a la contracción económica y la respuesta fiscal a la pandemia.
En este sentido, la calificadora de riesgos, que volverá a examinar a España el próximo 10 de diciembre, prevé que la ratio de deuda pública de España aumentará este año hasta el 120,6% del PIB, antes de descender al 117,6% para fines de 2022, proporcion que dobla aproximadamente pronóstico para la mediana de la categoría "A" (62,3%).
En este sentido, Fitch confía en que la recuperación en curso de la actividad económica se verá impulsada por el despliegue de los programas de inversión previstos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España.
"Proyectamos un crecimiento del PIB real este año del 6%, con una nueva expansión del 6,6% en 2022. Esto implica que el PIB real alcanzará su nivel prepandémico en el tercer trimestre de 2022", indicó la agencia.