Todos los grupos políticos han votado a favor, salvo la extrema derecha y la extrema izquierda
El Parlamento alemán (Bundestag) dio este jueves su "espaldarazo" al programa de compra de deuda soberana del Banco Central Europeo (BCE), al declararlo proporcionado y adecuado a las metas de las institución. Se resuelve así la disputa que mantenían desde el pasado mes de mayo el Tribunal Constitucional alemán y el banco central que dirige Christine Lagarde, debido a la sentencia crítica que emitió el primero sobre el programa QE.
El Constitucional germano había determinado, en una sentencia del 5 de mayo, que el Gobierno y el Bundestag tenían la obligación de examinar la proporcionalidad del programa de compra de títulos de deuda soberana por parte del BCE. Y es que la falta de ese examen, según el alto tribunal, hacía el programa "parcialmente contrario" a la Constitución alemana.
La resolución aprobada este jueves por el Bundestag declara, no obstante, que la revisión del programa en los términos pedidos por el Constitucional está dada, puesto que el BCE hizo un examen de la necesidad y de lo adecuado de las medidas de política monetaria. Además, apunta, se consideraron los efectos en política económica del programa de compra de bonos y la proporcionalidad de las mismas de cara a las metas monetarias perseguidas.
Con ello, las exigencias de la sentencia del Constitucional se consideran cumplidas. "El programa es proporcional y la revisión de la proporcionalidad es cuestión del BCE, no del Bundestag ni del TC. Nosotros hemos recibidos los documentos necesarios y hemos sido informados como, por ejemplo, en una reciente comparecencia del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann", dijo el diputado socialdemócrata Christian Petry en defensa de la resolución.
Petry destacó la importancia que tuvo la acción del BCE en la lucha contra la crisis de la deuda, y recordó que, en su sentencia, el Constitucional había determinado que el programa de compra de títulos no había sido una herramienta para financiar estados a través de la política monetaria.
Florian Toncar, del Partido Liberal (FDP), señaló que, en una resolución posterior a la sentencia del órgano resolutorio, el BCE había mostrado que si había habido un examen de la proporcionalidad del programa de compra de títulos.
La resolución fue presentada conjuntamente por los partidos de gran coalición de Gobierno, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), así como el FDP y por Los Verdes. Por parte del grupo parlamentario conjunto de la CDU y la CSU Andreas Jung y Michael Frieser destacaron que con la resolución se cumplían las exigencias del TC y, al mismo tiempo, se respetaba la independencia del BCE.
La Izquierda se abstuvo porque consideró que la resolución se queda a medio camino y, según el diputado Fabio Di Massi, se debería impulsar una ampliación del mandato del BCE que le permitiera financiar a los estados. "Eso es necesario, porque el BCE es la única institución en la Eurozona que no se puede quebrar", dijo.
Una propuesta para una resolución adicional en ese sentido presentada por La Izquierda fue rechazada lo mismo que otra, del FDP, que pedía la creación de una comisión permanente que examinara las medidas del BCE. Por Los Verdes, Franzisla Brantner apuntó que, en el futuro, se debe procurar que se formule una política fiscal común en la Unión Europea (UE) para que el BCE no se quedé solo para hacer frente a la crisis.
La ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) votó en contra, y criticó que la resolución se hubiera aprobado tras escasa media hora de debate y sin que los diputados tuvieran el tiempo necesario para examinar los documentos aportados por el Gobierno, el Bundesbank y el BCE.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, había manifestado antes, en una carta al presidente del Bundestag, Wolfgang Schauble, que consideraba plenamente cumplidas las exigencias formuladas por el Tribunal Constitucional respecto al programa de compra de bonos.
El Gobierno alemán y el Bundestag tenían tres meses para satisfacer las exigencias del Constitucional alemán y para que el Bundesbank pudiera seguir participando en el programa de compra de bonos. El plazo vencía el 4 de agosto.