Marca el periodo de contracción más prolongado desde la recesión vivida entre 2011 y 2013
La actividad económica de la zona euro se contrae en noviembre por quinto mes consecutivo, lo que aumenta la posibilidad de que la región esté entrando en recesión. El índice PMI señala que, aunque el ritmo de declive se ralentizó por primera vez en esta secuencia debido a una caída más lenta de la producción manufacturera, esta mejora ocultó una caída acelerada de la actividad en el sector servicios.
"La quinta caída mensual consecutiva de la actividad total señalada por el índice PMI aumenta la posibilidad de que la zona euro esté entrando en recesión. No obstante, en la actualidad, la desaceleración sigue siendo modesta y la atenuación del ritmo de contracción en general significa que, hasta ahora, parece que la región experimentará una contracción del PIB de solo un 0,2% en noviembre", apuntan en S&P Global Market Intelligence.
El Índice PMI Compuesto de Actividad Total de la zona euro, ajustado estacionalmente, registró un nivel por debajo de 50 y se situó en territorio de contracción por quinto mes consecutivo en noviembre. Aunque el índice subió de 47,3 registrado en octubre a 47,8 y por lo tanto señaló un ritmo de contracción más lento, marcó el periodo de contracción más prolongado de la economía de la zona euro desde la recesión que tuvo lugar entre 2011 y 2013, que fue desencadenada por la crisis de la deuda de la zona euro.
Los niveles de producción del sector manufacturero y de actividad del sector servicios se contrajeron en noviembre. Si bien la desaceleración en el sector industrial se ralentizó desde octubre, la actividad del sector servicios cayó a su ritmo más pronunciado desde febrero de 2021. La debilidad de la demanda fue una vez más un lastre considerable para la actividad económica en la zona euro, mientras que la crisis energética también redujo la actividad en algunas compañías.
Los datos de la encuesta de noviembre señalaron que los nuevos pedidos recibidos por las empresas de la zona euro registraron una caída por quinto mes consecutivo. Aunque el ritmo de contracción se ralentizó con respecto al récord de 23 meses registrado en octubre, siguió siendo fuerte en general. Los volúmenes de la cartera de pedidos del sector industrial cayeron drásticamente en comparación con una reducción más modesta de la demanda de servicios. No obstante, el nivel de nuevos pedidos recibidos por las empresas del sector servicios cayó a un ritmo que se mantuvo sin cambios frente al récord de 20 meses registrado en octubre. También se observó una fuerte caída de la demanda de clientes del extranjero.
La presión en la capacidad disminuyó de nuevo en noviembre, tal y como lo demuestra la quinta caída mensual en el volumen de pedidos pendientes. De hecho, la tasa de reducción de las cargas de trabajo fue la más rápida en dos años. La capacidad de completar los pedidos pendientes a un ritmo más rápido se vio favorecida por la contratación continua de personal. El nivel de empleo aumentó de nuevo en noviembre, extendiendo la secuencia actual de creación de empleo que comenzó en febrero de 2021. No obstante, la tasa de crecimiento del empleo se desaceleró hasta su mínima de 21 meses.
Se observó un ligero repunte en la confianza empresarial en noviembre, lo que marcó una nueva mejora después de la mínima de 28 meses registrada en septiembre. De todas formas, el nivel de optimismo se mantuvo muy por debajo del promedio a largo plazo del estudio. Según las empresas encuestadas, el temor de una recesión, la persistente inflación y la crisis energética afectaron la confianza empresarial.
Los indicadores de los precios de la encuesta mostraron una moderación de las presiones inflacionistas en la zona euro. Los costes de los insumos aumentaron considerablemente, pero a su tasa más moderada desde septiembre de 2021. La tasa de inflación de los precios de los insumos en el sector manufacturero disminuyó notablemente en noviembre. Por su parte, las tarifas cobradas aumentaron al ritmo más débil en tres meses.
Por países, por primera vez desde mayo de 2020, la producción del sector manufacturero y la actividad del sector servicios en su conjunto cayó en todos los países de la zona euro para los que se dispone de datos del índice PMI compuesto. Alemania siguió siendo el país que registró el peor resultado en noviembre, aunque su ritmo de contracción se ralentizó debido a que la actividad total cayó al ritmo más débil desde agosto. También se observaron contracciones más débiles en Italia y España, pese a que Francia e Irlanda registraron sus primeros declives de la actividad total desde febrero de 2021.
Mientras, el Índice PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios de la zona euro registró una caída de los niveles de actividad en el sector servicios por cuarto mes consecutivo en noviembre. Al situarse en 48,5, levemente por debajo de 48,6 registrado en octubre, el índice señaló la disminución más rápida de la actividad comercial desde febrero de 2021.
Las débiles condiciones de la demanda fueron uno de los factores responsables de la caída de la actividad en noviembre. Los nuevos pedidos recibidos disminuyeron por quinto mes consecutivo, y el ritmo de declive se mantuvo sin cambios frente al récord de 20 meses registrado en octubre.
Por segunda vez en los últimos tres meses, el nivel de pedidos pendientes de realización disminuyó en el sector servicios de la zona euro, subrayando una menor presión en la capacidad. El nivel de empleo continuó aumentando, aunque la tasa de creación de empleo fue la más débil en poco más de un año y medio. Mientras tanto, los precios pagados y los precios cobrados aumentaron considerablemente, aunque las tasas de inflación fueron las más débiles en tres meses en ambos casos.
Se observó otro repunte marginal en el grado de optimismo de las empresas del sector de servicios, aunque las perspectivas comerciales se mantuvieron débiles.
En S&P Global Market Intelligence comentan que los fabricantes "están observando algunos beneficios de la mejora de las cadenas de suministro y además el sector servicios, que todavía está en declive en medio de la contracción generada por el creciente coste de vida, hasta ahora no ha sufrido tanto como muchos esperaban".
"Dado que las encuestas también arrojan señales de que la inflación ha alcanzado su punto máximo, el viento en contra al que se enfrenta la demanda por el aumento de los precios también debería comenzar a disminuir en los próximos meses, a menos que surjan condiciones climáticas severas durante el invierno, sugiriendo que si hubiese una recesión esta podría ser breve y relativamente leve. No obstante, los precios de la energía podrían aumentar más en medio de un clima adverso en los próximos meses, lo que no solo afectaría el poder adquisitivo, sino que podría amenazar la capacidad de producción en las industrias de alto consumo energético, en cuyo escenario los riesgos para el crecimiento económico cambiarían claramente a la baja", concluyen.
Los analistas de Pantheon Macroeconomics creen que los datos sugieren que "podríamos haber superado el punto más bajo de la actividad". Añaden que la disminución de las presiones inflacionistas respalda su opinión de que el Banco central Europeo (BCE) se inclinará por una subida más lenta de los tipos este mes.