El mayor coste que debe asumir cada participante es el canon de la UER (Unión Europea de Radiodifusión)
180 millones de personas en todo el mundo tienen una cita hoy frente al televisor. El festival de Eurovisión llega a Lisboa por primera vez en la historia. Un evento que contará con la participación española, representada por Alfred y Amaia con el tema ‘Tú canción’. Pero, ¿Cuánto cuesta a los españoles llevar a sus representantes a la popular gala?
Los gastos de la actuación de Alfred y Amaia en Eurovisión 2018 correrán a cargo de los españoles. La factura de la participación en 2016, según informó la propia RTVE (Radio Televisión Española), fue de unos 445.000 euros.
El mayor coste que debe asumir cada participante es el canon de la UER (Unión Europea de Radiodifusión)
De entre todos los costes, el más alto es el canon que TVE debe abonar a la UER (Unión Europea de Radiodifusión), el ente encargado de organizar el festival: aproximadamente 350.000 euros.
Una suma en la que ya iría incluido, entre otros, el alquiler de la cabina de retransmisión en la que desafortunadamente ya no estará José María Íñigo tras su reciente fallecimiento.
A su vez, el ex presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, reveló que en 2013 la cobertura del popular festival supuso un coste de 398.615,93 euros (pagando el 21% de IVA); mientras que en 2012, fue superior: 427.613,99 euros (21% IVA), en 2011, los costes ascendieron a 419.829,87 (18% de IVA); en 2010, a 383.384,65 (18% IVA); y en 2009, a 338.960,21 (sin IVA).
Para 2018, según las respuestas que ha dado el presidente de TVE en el Congreso de Diputados y tras una sentencia del Tribunal Supremo, el coste de asistir este año a Eurovisión será de unos 400.000 euros en línea con ediciones anteriores.
¿CUÁNTO CUESTA ORGANIZAR EL FESTIVAL?
El coste de cada festival de Eurovisión se soporta entre las cadenas europeas que lo retransmiten (entre todas se hacen cargo de unos 6 millones de euros), la cadena anfitriona (entre 10 y 20 millones de euros), la ciudad en la que se celebra el concurso, los patrocinadores y el dinero recaudado en la venta de entradas para asistir al evento.
La capital lusa, Lisboa, acogerá el festival de Eurovisión este año tras la victoria de su representante, Salvador Sobral, en Kiev (Ucrania) el pasado año. Portugal deberá hacer frente a una millonaria factura por ser la anfitriona en esta edición de Eurovisión y el país luso apostará por un festival ‘low cost’ con un techo en su presupuesto de 23 millones de euros. Según informó ‘Correio da Manha’, la televisión pública del país cubrirá 12 de esos millones. El resto correrá a cargo del Ayuntamiento, Turismo de Lisboa y Turismo de Portugal, que aportarán 11 millones.
En los últimos años, Baku (Azerbayán), que acogió el festival en 2012, ha sido la ciudad que más ha gastado en los preparativos: 54 millones de euros, incluyendo la construcción desde cero del Baku Crystal Hall específicamente para la ceremonia. Unos costes que contrastaron con los ingresos que la ciudad percibió por turismo durante aquellos días: 7,9 millones de euros, a los que se sumaron 529 empleos a tiempo completo.
Un año más tarde, Malmo (Suecia) rebajaba abruptamente los costes: hasta los 19,3 millones de euros. Además, recuperó 18,2 millones gracias al impacto económico de los 32.000 turistas que visitaron la ciudad. En 2014, la capital danesa Copenhagen volvió a lo grande haciéndose cargo de una factura de 41 millones de euros por organizar el festival, con un retorno de 14,8 millones de euros gracias a la recepción de 32.000 turistas.
En 2015, Vienna invirtió 31,9 millones de euros en acoger el festival. A cambio, recibió la visita de unos 30.000 turistas, que se dejaron en torno a 25 millones de euros creando 416 empleos a tiempo completo.