Aunque los precios continúan aumentando considerablemente, la inflación se atenuó notablemente
El sector manufacturero español se mantiene en noviembre en territorio de contracción a la vez que sigue experimentando condiciones operativas desafiantes en un contexto de elevada inflación, tipos de interés en aumento e incertidumbre geopolítica. Por contra, y aunque los precios siguieron aumentando considerablemente, la inflación de los costes se atenuó notablemente.
Así lo señala el Índice PMI del sector manufacturero español, elaborado por S&P Global, que se mantuvo por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50 por quinto mes consecutivo en noviembre. Al situarse en 45,7, frente a 44,7 registrado en octubre, el índice señala un ritmo más lento de contracción, que de todas formas fue marcado.
Como explican, la lectura históricamente débil del PMI se vio apuntalada por una nueva caída de la producción manufacturera, Noviembre ha sido el tercer mes consecutivo en que la producción ha caído. La última contracción estuvo de nuevo estrechamente relacionada con una disminución de los volúmenes de nuevos pedidos, que se redujeron por sexto mes consecutivo.
Hubo de nuevo informes generalizados de inestabilidad del mercado, ya que la alta inflación deterioró la capacidad de compra y provocó otra caída de la demanda, hecho frecuente en los mercados nacionales e internacionales. Los nuevos pedidos para exportaciones cayeron a un ritmo similar de fuerte al de los nuevos pedidos en total y se redujeron por noveno mes consecutivo.
Persiste la preocupación entre los fabricantes españoles de que estas condiciones económicas desafiantes continúen durante los próximos meses. En consecuencia, la confianza en el futuro volvió a ser débil y se situó muy por debajo de su media histórica.
La elevada inflación sigue siendo uno de los factores que están afectando la confianza, aunque hubo algunas noticias relativamente positivas sobre la inflación en noviembre, ya que los costes de los insumos aumentaron a su ritmo más lento en dos años. Se informó que los proveedores están bajo presión para que repercutan a sus clientes la disminución del precio de las materias primas de la cadena de suministro, aunque se debe tener en cuenta que los costes relacionados con la energía, la electricidad y el transporte se mantuvieron elevados. Consecuentemente, las empresas manufactureras españolas continuaron aumentando marcadamente sus precios cobrados.
El difícil entorno del mercado y las perspectivas inciertas para los próximos 12 meses hicieron que las empresas recortaran sus actividades de compra en noviembre. Las compras se redujeron por sexto mes consecutivo y el ritmo de contracción fue el más pronunciado en dos años y medio. Las empresas comentaron que tuvieron pocas necesidades de comprar nuevos insumos y señalaron que utilizaron los stocks de materias primas siempre que fue posible, lo que, en consecuencia, hizo que estos disminuyeran por tercer mes consecutivo. Los stocks de productos terminados en los almacenes también se redujeron en noviembre, por segundo mes consecutivo.
También hubo una disminución en las cifras del empleo en noviembre. Los últimos datos marcaron el quinto mes consecutivo en que la dotación de personal ha caído, aunque el ritmo de contracción se atenuó desde octubre. Las menores necesidades de producción y la disminución de las ventas, además del exceso de capacidad, subrayado por una nueva reducción de los pedidos por completar, tuvieron un impacto en las plantillas.
En S&P Global Market Intelligence comentan que, "en el contexto de elevada inflación, tipos de interés en aumento e incertidumbre geopolítica, la economía manufacturera de España continuó sufriendo ante la fuerte caída de los niveles de producción y de los nuevos pedidos en noviembre. En consecuencia, las empresas continuaron preparándose para afrontar problemas venideros en medio de la tormenta económica y respondieron recortando la actividad de compras, el empleo y los inventarios siempre que fue posible".
"No obstante, hubo algunas noticias positivas, ya que la caída de los precios en los eslabones anteriores de la cadena de suministro comenzó a trasladarse a los costes de los insumos de los fabricantes. Aunque los precios siguieron aumentando considerablemente, la inflación de los costes se atenuó notablemente hasta alcanzar el nivel más bajo en dos años, brindando esperanza de que de producirse una recesión en el sector, esta será menos profunda y más breve de lo que quizás se temía a principios de año", añaden.
Desde Oxford Economics apuntan que, "a pesar de otra caída en la producción manufacturera, la caída de los nuevos pedidos y la inestabilidad del mercado, hay algunas buenas noticias en el lado de la inflación. El crecimiento del coste de los insumos se enfrió y los proveedores estaban bajo presión para trasladar los precios reducidos de las materias primas, lo que respalda nuestra opinión de que la inflación disminuirá gradualmente".