La guerra de Ucrania pasa factura a los ganaderos del sector lácteo
En los últimos días, algunos consumidores han denunciado a través de las redes sociales la falta de algunas marcas de leche en los lineales de los supermercados. Las cadenas han achacado el problema a la falta de suministro por parte de los proveedores. Un inconveniente que puede ir in crescendo en los próximos meses, según han alertado los productores lácteos.
La guerra de Ucrania, la crisis energética y la sequía está teniendo un impacto negativo en el campo español y los ganaderos se están viendo gravemente afectados.
España importa del país ucraniano el 40% del maíz que consumen las vacas y desde que comenzó el conflicto bélico no solo faltan algunos piensos, sino que el precio de los que hay disponibles se ha disparado. Y la sequía, que ha agravado este año, tampoco ayuda.
"No se puede dar de comer a los animales los productos necesarios, la soja y el maíz que son productos importantísimos para la producción de leche, están muy caros y forrajes como la alfalfa escasean", ha explicado a la cadena 'Cope' Francisco Fernández, director de Agaprol, la Asociación de Ganaderos Productores de Leche.
A esto hay que sumarle el aumento del precio del combustible y de la energía, elevados en las explotaciones ganaderas, cuyos costes de producción han aumentado un 60%.
Ante la imposibilidad de hacer frente a estos gastos, algunos ganaderos han optado por vender la carne de las vacas que producen poca leche, otros han bajado el ritmo de producción y hay quienes han decidido sacrificar a las reses. De hecho, según datos del Ministerio de Agricultura en este mes de octubre hay registradas un 3,9% menos de vacas en comparación con el año pasado.
Asimismo, cada día están cerrando más granjas. En concreto, ya son 40.000 granjas menos en producción y 781 pequeños productores han cerrado durante el último año.
Todo ello ha dado lugar a que la producción de leche baje en un 6,31%, de acuerdo con los últimos datos de ganaderos con entregas de leche del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Si baja la producción, hay menos leche y la que queda en el mercado se vende más cara. Desde el sector señalan que el verano pasado vendían la leche a 32 céntimos por libro y ahora están recibiendo ofertas de hasta 60 céntimos.
Ante estas circunstancias, la situación puede complicarse durante los próximos meses y en los supermercados no solo comenzará a haber escasez de leche, sino que estará más cara.