Los expertos de Berenberg no creen que la invasión de Putin vaya a provocar mayor integración fiscal
La guerra de Ucrania está afectando ya a la economía en todos los niveles, y la situación podría complicarse si se alarga la invasión rusa propiciada por Vladimir Putin. La Unión Europea (UE) se ha puesto manos a la obra para contener al máximo los efectos del conflicto armado y de las sanciones impuestas a Moscú, aunque los expertos creen que será inevitable que incurra en un mayor gasto.
Esto podría desestabilizar el PIB y mandar al traste los compromisos adquiridos por los Veintisiete para seguir reduciendo el déficit y la deuda. Por ello, los analistas de Berenberg creen que la solución será decir adiós a las normas fiscales, al menos durante un tiempo. "Bajo el impacto de la guerra, es probable que la UE vuelva a suspender sus reglas fiscales para 2023, como hizo para 2020-2022 en respuesta a la pandemia", destacan en uno de sus últimos informes.
Puede consultar aquí el directo especial de 'Bolsamanía' sobre la guerra.
Como dicen estos expertos, "buscamos una interpretación aún más flexible de las reglas" a partir de ahora debido a la guerra. "Mientras que los parámetros de Maastricht (límite de déficit del 3%, techo de deuda del 60%) no se modificarán, es probable que los países dispongan de mucho más tiempo para volver a alcanzar el objetivo de deuda", explican.
Asimismo, los estrategas de Berenberg creen que "la UE podría reordenar las prioridades del programa NextGenEU para invertir aún más en la transición energética", ahora que la fuerte dependencia del gas y del petróleo rusos están pasando factura a los europeos. En este sentido, recuerdan que las transferencias dentro del programa de 750.000 millones de euros en respuesta a la pandemia del Covid-19 "permiten a los países de la periferia del euro con problemas fiscales gastar un 1,5% del PIB anual más que de otra forma en cada año del periodo 2022-2025".
"Las crisis pueden ser catalizadoras del progreso", indican estos analistas al respecto, que ven una "transición más rápida" hacia el abandono de las energías fósiles, y dicen que no esperan una respuesta a la guerra por parte de la UE similar a la que dio a la pandemia o a la crisis del euro de 2011-2012 con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). "¿Podría la guerra de Putin desencadenar una respuesta similar? Sí y no: sí, vemos más que probable que la UE establezca un fondo común de defensa de hasta 100.000 millones de euros a pesar de la resistencia de Alemania y otros países; pero no, una respuesta común mayor parece poco probable", destacan.
NO HAY UNIÓN FISCAL PLENA
Pese a todo, dicen los analistas de Berenberg, "un fondo de defensa común además del fondo de recuperación NextGenEU no acercaría a la Eurozona a una unión fiscal plena". "Los países miembros ya comparten algunos riesgos desde hace tiempo. Todos ellos garantizan bonos comunes con su participación en el capital de la UE, el MEDE y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), o con sus contribuciones a los mismos", recuerdan.
En este sentido, apuntan que con unos 100.000 millones de euros para una nueva iniciativa, "los bonos garantizados conjuntamente sumarían alrededor del 15% del total de los bonos soberanos (más el BEI), frente al 8% de principios de 2020".
"Europa responde con fuerza a las crisis siempre que es necesario, pero sigue siendo una unión de países soberanos que no comparten todos los riesgos, sino solo los más pertinentes", concluyen.