El sueño americano: cómo pasar de dependienta del Starbucks a banquera privada en JP Morgan

The Wall Street Journal relata el progreso de una mujer de 36 años en la gran manzana

Óscar Giménez
Bolsamania | 13 may, 2015 23:14
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Ivette Agosto trabajaba en el Starbucks junto a la sede de JP Morgan en Park Avenue. Esta joven dominicana disfruta del 'sueño americano', al ser ahora banquera privada en el banco de inversión. The Wall Street Journal relata su experiencia.

En el documental 'Inequality for All (Desigualdad para todos), el economista Robert Reich, ex secretario de Trabajo con Bill Clinton, se preguntaba qué hay del sueño americano. Recih aporta un dato cruel en este sentido: el 42% de los niños que nacen pobres en Estados Unidos continúa siendo pobre el resto de su vida.

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No es el único economista que se replantea lo del sueño americano, una de las premiosas que unen a Estados Unidos. “A América le gusta hablar de tierra de oportunidades, pero los datos muestran que el sueño americano es un mito. La brecha de la desigualdad está aumentando y hay una tendencia clara de concentración del ingreso en la parte superior, vaciamiento en la clase media y aumento de la pobreza en la parte inferior”, aseguró el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. La propia Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, reconoció que la desigualdad es “un problema profundo”, pero que en gran medida, escapa a las capacidades de la Reserva Federal.

Su popularidad no sólo sirvió para fidelizar la clientela del Starbucks, sino que pasó de servir café a aconsejar a los clientes de JP Morgan Chase sobre qué tarjeta de débito deben escoger

Sin embargo, a veces se cumple el 'sueño americano'. Un ejemplo de ello es la dominicana de 36 años Ivette Agosto, con una experiencia que recoge The Wall Street Journal. Durante ocho años, trabajó en un Starbucks como dependienta. No uno cualquiera, sino en el que está en Park Avenue junto a la sede de JP Morgan Chase.

Después de este periodo, conocía los gustos cafeteros de gran parte de los ejecutivos y trabajadores de la entidad, desde donde la bautizaron como 'Happy Ivy' por la alegría que transmitía. Además, había memorizado el nombre de todos los clientes.

POPULARIDAD

Su popularidad no sólo sirvió para fidelizar la clientela del Starbucks, sino que pasó de servir café a aconsejar a los clientes de JP Morgan Chase sobre qué tarjeta de débito deben escoger. Desde noviembre, explica el medio estadounidense, trabaja como banquera personal en una sucursal minorista de Chase, cerca de un Starbucks donde ahora es clienta.

“Me estaba pellizcando”, aseguró recientemente. “Chase, el banco; no estoy persiguiendo a la gente” (“to chase”, en inglés, significa perseguir), bromea con sus amigos de la infancia de República Dominicana, que en algunos casos no entienden bien en qué consiste su nuevo trabajo.

Fue Barry Sommers, director de la banca comercial del Chase, quien seleccionó a Ivette Agosto por su trato con los clientes y por cómo interactuaba con ellos todas las mañanas. Sommers es cliente habitual del Starbucks. “Era realmente impresionante ver cómo sabía lo que tomaba cada persona”, dijo Sommers a The Wall Street Journal. “Tengo la sensación de que ella es alguien a quien realmente se preocupa por la gente, y la gente se preocupa por ella”, agregó.

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