'El plan renove' autonómico: subvenciones para muebles, reformas en baños y cocinas

A pesar de las ventajas que programas así tienen para dinamizar el gasto de las familias, esta misma semana fueron detenidas 75 personas por un fraude masivo en el Plan PIVE. Ayudas para la compra de vehículos nuevos que ha resultado crucial para la renovación del parque móvil que hay en España y la defensa del principal subsector de la industria nacional. En concreto, la Guardia Civil de Ciudad Real desarticuló una trama de concesionarios, gestorías y desguaces que operaba para conseguir la documentación de vehículos antiguos y así que sus clientes, a cambio de una remuneración, pudiesen acogerse a las ayudas públicas.

Más allá de estas investigaciones y las malas prácticas en el uso de los recursos, la propia patronal CEOE ha animado a los Ejecutivos a que pusieran en marcha estos planes, como se recoge en su informe ‘Energía y competitividad: propuestas del sector empresarial’. En él la organización que preside Juan Rosell apuesta por un ‘Plan de Renovación e Incentivación de Electrodomésticos', como medida de eficiencia energética y reactivación de la economía.

Lo cierto es que el consumo de los hogares ha ido en aumento desde el inicio de la recuperación económica, mientras que la tasa de ahorro ha ido empeorando. Las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan un aumento del gasto de los hogares del 2,6% durante el tercer trimestre de 2016 respecto al mismo período del año anterior, que vienen a corroborar también la tendencia de los dos primeros trimestres del 2016. En consecuencia, las familias registran un ahorro bruto de 2.859 millones de euros, frente a los 4.423 millones del tercer trimestre de 2015.

La propia patronal CEOE ha animado a los Ejecutivos a que pusieran en marcha estos planes como medida de eficiencia energética y reactivación de la economía

De hecho, estos planes se extienden desde hace varios años y siempre más o menos cubriendo los mismos gastos, rehabilitación de viviendas con más de 30 años de antigüedad, calderas poco eficientes y fomento de la instalación de placas solares, entre otros incentivos ‘clásicos’. Pero quién ha roto la tónica es el Gobierno de Extremadura que sorprendió a final de año subvencionando con hasta 1.000 euros la compra de muebles.

El Ejecutivo regional, que preside el socialista Guillermo Fernández Vara, presentó el 29 de diciembre el ‘Plan Renove de mobiliario de hogar’ dotado de 750.000 euros. La letra pequeña de la ayuda apunta que el descuento máximo de cada mueble será del 25%, con un límite para cada equipamiento de 200 euros y de 1.000 por hogar. Además, el valor total de la compra debe superar los 300 euros y no se incluyen en los muebles subvencionables los que se deben montar, por los quedan descartados los de la multinacional sueca Ikea.

Este hecho no pasó desapercibido entre algunas comunidades que se consideran maltratadas por el actual sistema de financiación autonómica como Baleares o Cataluña. En las Islas algunos políticos, como Sílvia Cano, la secretaria general socialista de Mallorca, señaló que “antes de pensar en lujos asiáticos es preciso asegurar una buena sanidad, educación y servicios sociales. Baleares, con la financiación actual, no tiene a su alcance financiar renovaciones de mobiliario”. Jaume Font, presidente del partido regionalista PI-Propuesta por las Islas, dijo en el digital balear Última Hora que “nos hallamos ante una situación esperpéntica. No existe una ordenación coherente del sistema de financiación, y eso deriva en situaciones injustas. Y que conste que mi mujer es extremeña”. En Cataluña algunos medios de comunicación como VilaWeb también criticaron la medida.

MEDIO MILLÓN QUE NO FUERON PARA MUEBLES

Sin embargo, Fernández Vara no fue el primero en cubrir con el presupuesto público la compra de mesas, armarios y sofás. La Región de Murcia incluyó una partida en sus presupuestos de 2016 de 500.000 euros para el mismo fin. Ciudadanos denuncia ahora que el gobierno del ‘investigado’ Pedro Antonio Sánchez no llegó a destinar ese medio millón de euros a las ayudas acordadas si no que se destinó a otros gastos como reuniones, conferencias, cursos, comunicación audiovisual…

La vecina Andalucía tiene un ‘megaplan’ llamado ‘Programa de Incentivos para el desarrollo energético sostenible de Andalucía 2020’. 230 millones de euros en tres años para ayudar no sólo a familias, si no también a pymes y administraciones locales a cambiar ventanas, rehabilitar viviendas y pequeñas obras e instalar dispositivos renovables, como placas solares.

La Comunidad Valenciana fue la última en ‘tirar de crédito’ con su plan Renhata. Cuatro millones de euros para que unas 3.000 familias puedan reformar cocinas, cuartos de baño, adaptar la accesibilidad de sus viviendas y cambiar calderas y ventanas. Cada receptor de la ayuda recibirá un máximo de 4.300 euros, siempre que se gaste el tope de 12.000 euros que cubre la subvención.

Antes de Extremadura, Murcia ya lanzó un programa para ayudar a los ciudadanos en la compra de mobiliario de medio millón de euros

Galicia apuesta por cubrir ayudas a la renovación de ventanas, Asturias por los calentadores y las calderas de gas como Madrid, Castilla-La Mancha o Castilla y León, mientras que el País Vasco también apoya la rehabilitación de edificios con hasta 5,6 millones de euros. El Ejecutivo del nacionalista Iñigo Urkullu también destinó un millón de euros el pasado año para sustituir 13.900 aparatos de línea blanca por otros de alta eficiencia energética.

También el Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau se ha sumado a estas iniciativas y desde el Consorcio de la Vivienda, que integra también la Generalitat catalana, han sufragado planes para rehabilitar viviendas antiguas. La Rioja, Navarra o Cantabria ha hecho lo mismo e incluso en la comunidad que preside el ‘mediático’ Miguel Ángel Revilla ayudan a los autónomos con subvenciones en la compra de vehículos industriales.

Las únicas dos comunidades austeras que no sufragan ningún plan son Canarias y Aragón. Desde 2011 en Canarias las únicas subvenciones relacionadas con la vivienda son para ayudar a la emancipación de los jóvenes en su primer alquiler, mientras que la región aragonesa dejó de desembolsar dinero público para estos fines hace tres años. Las dos únicas excepciones de un mapa autonómico repleto de incentivos para ayudar a reanimar una economía que vuelve a la senda del gasto después de muchos años de aprietos.