La EPA del segundo trimestre arroja una tasa de paro del 17,22% y un volumen de desempleados de 3,9 millones, las menores cifras desde 2008
El mercado laboral aún tiene muchos problemas que corregir. Y algunos parecen enquistados incluso cuando la economía crece con fuerza y esta solidez se traslada al empleo en forma de generación de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, los diferentes elementos de subempleo y el descenso paulatino de la población activa ensombrecen los registros positivos de caída del paro.
Las cifras publicadas este jueves por la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejan un incremento del número de ocupados en 375.000 personas durante el segundo trimestre en comparación con los tres primeros meses del año, mientras que la variación interanual es de 512.300 ocupados, hasta alcanzar los 18,9 millones. Con ello, la tasa de paro cae hasta el 17,22% con 3,9 millones de desempleados, los registros más reducidos desde 2008.
España alcanza su media histórica de paro si se toman las estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre 1980 y 2016, que se sitúa en el 17,5%
Los datos agregados muestran una salud creciente del mercado laboral en el segundo trimestre, periodo históricamente positivo para el mercado laboral, ya que el desempleo ha descendido en los últimos cinco años durante los meses de abril a junio. Con estos registros, España alcanza su media histórica de paro si se toman las estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre 1980 y 2016, que se sitúa en el 17,5%. Pero el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) también confirma varias sombras enquistadas en el mercado laboral, a pesar de que el Partido Popular ha presumido del dato en Twitter comparando la evolución del empleo con hitos como el primer vuelo de los hermanos Wright, Picasso, la llegada del hombre a la Luna o la caída del Muro de Berlín.
1. LA TEMPORALIDAD SE DISPARA
El propio ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, lo ha reconocido este jueves. Además de sacar pecho por los datos de creación de empleo, admite que “seguimos teniendo cuestiones pendientes en España como la temporalidad”. La tasa de temporalidad repuntó levemente entre abril y junio una décima hasta el 26,8%. Durante la crisis se desplomó desde niveles superiores al 30% hasta el 21,9% con el que comenzó 2013.
Sin embargo, la recuperación del empleo ha venido acompañada en los últimos años también de un mayor volumen de contratos temporales, que crecen con mayor intensidad que los indefinidos. En el último trimestre el crecimiento interanual de los contratos temporales firmados fue del 7,7% hasta alcanzar la suma de los 4,2 millones, el registro más alto desde 2008. Mientras que los indefinidos aumentan un 1,8% hasta los 11,5 millones, la mayor estadística desde el segundo trimestre de 2011.
2. CAÍDA DE LA POBLACIÓN ACTIVA
Pirámide demográfica, desánimo de muchos trabajadores, extensión del periodo de formación, flujos migratorios… Hay muchas razones que explican que haya caído la población activa en los ciclos recesivos. Pero este descenso se prolonga con la recuperación de la economía y del empleo de los últimos tres años.
En el segundo trimestre repunta en 34.000 personas la población activa hasta los 22.727.600 activos. Pero este periodo ha sido positivo históricamente en el mercado laboral, y también creció entre abril y junio en 2015 y 2016. Sin embargo, la comparativa interanual es muy diferente. Durante los últimos ocho trimestres ha habido caídas. Y, lo que es peor, el dato publicado este jueves por la EPA es el más reducido desde 2007, cuando se situó en los 22,35 millones.
3. EL SUBEMPLEO NO SE REDUCE
Una de las claves para entender por qué los salarios no crecen en Europa y en Estados Unidos a la misma velocidad que la reducción del desempleo es por la presencia del subempleo en las economías desarrolladas. Una realidad que se magnifica en España. Además de la temporalidad, el porcentaje de contratos parciales respecto al total de asalariados sigue por encima del 16%, ratio que alcanzó en 2012, lejos de los niveles del 11% y 12% previos a la crisis.
En la EPA del segundo trimestre, el volumen de contratos parciales aumentó hasta los 2,6 millones, el dato más alto de la historia. Aunque en términos relativos, respecto al total de contratos, se mantiene constante en el 16,6%, igual que el mismo periodo del ejercicio anterior. El 64% de estos asalariados, según las estadísticas del INE, trabajan a tiempo parcial porque el empleado no ha podido encontrar un trabajo a tiempo completo. Este porcentaje, eso sí, se reduce hasta el más bajo desde 2011.