El precio del Brent se ha encarecido un 49% desde mediados de 2017
El petróleo parece dispuesto a apurar lo que queda de 2017 para apuntarse una subida aun mayor de la que ya ha protagonizado. El barril Brent, de referencia en Europa, supera con claridad los 66 dólares y se encarama así a su cotización más alta desde diciembre de 2014.
Los futuros del West Texas Intermediate (WTI) se sitúan en 59,77 dólares el barril, provocado por un ascenso del 2,2%. Por su parte, los futuros del crudo Brent, el índice de referencia internacional para los precios del petróleo, le colocan en 66,78 dólares el barril por una subida este martes del 2,2%. Este nivel supera a los 65,83 dólares por barril que alcanzó el pasado 12 de diciembre, que representaba su cotización más alta desde junio de 2015.
En lo que va de año, el Brent acumula un encarecimiento del 21%
En lo que va de año, el Brent acumula un encarecimiento del 21%, porcentaje que crece hasta el 49% desde los 45 dólares a los que cayó en junio. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el club de productores dominado por Oriente Medio, y Rusia, el mayor productor de petróleo del mundo, han estado reteniendo la producción para ajustar el mercado y apuntalar los precios. El acuerdo de este recorte comenzó en enero de 2017 y se prolongará en 2018.
Jabar al-Luaibi, ministro del Petróleo de Irak, indicó este lunes que habrá un equilibrio entre la oferta y la demanda para el primer trimestre de 2018, lo que, a su juicio, provocará un aumento en los precios del petróleo. "Durante el primer trimestre del próximo año habrá más equilibrio entre la oferta y la demanda, lo que se reflejará positivamente en la mejora de los precios mundiales del petróleo", aseguró.
Los recortes de producción se producen en medio de una demanda mundial saludable. Los analistas de Reuters esperan que la producción alcance los 100 millones de barriles por día (bpd) el próximo año o en 2019. A largo plazo, los esfuerzos de la OPEP y Rusia para apuntalar los precios podrían verse golpeados por la producción estadounidense, que se ha disparado en más del 16% desde mediados de 2016, a casi 10 millones de barriles por día. Solo Arabia Saudí y Rusia producen más, pero como recuerdan los analistas de Reuters, Estados Unidos está disparando su producción gracias al petróleo de esquistos.