La divisa comunitaria consolida cerca de sus recientes máximos anuales a la espera de la reunión del BCE de julio
El dólar ha seguido con su descenso ante sus principales rivales, después de que la semana pasada cambiaran las tornas para el ‘billete verde’. Los inversores han seguido deshaciéndose de sus posiciones alcistas en la moneda de EEUU, ante la perspectiva de que la siguiente subida de tipos por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed) no llegará hasta finales de año. El mercado ha seguido comportándose movido por la decepción que se desencadenó tras las palabras de la presidente del banco central, Janet Yellen, y los alcistas del euro esperan que su homólogo, Mario Draghi, no haga lo mismo en la divisa comunitaria en la reunión del Banco Central Europeo este jueves.
Así las cosas, el dólar ha seguido cediendo terreno, con el índice que mide el desempeño de la moneda de EEUU en mínimos de 10 meses. Frente al euro, se halla consolidando las recientes pérdidas y descansa muy cerca de los 1,1490 dólares alcanzados la semana pasada, con la resistencia semanal ubicada en los 1,1500 dólares plantando cara. Los expertos no esperan que haya demasiada acción en el cruce antes de la rueda de prensa de Draghi, donde se teme que el italiano “decepcione de la misma forma que lo hizo Yellen la semana pasada”, señala Kathy Lien, fundadora de BK Asset Management. De hecho, la divisa europea apenas ha mostrado reacción alguna después de la publicación del dato de la inflación del mes de junio, que se ha moderado al 1,3%, su nivel más bajo en un año.
A la falta de lustre del dólar contribuyó el último informe del índice de precios al consumo de EEUU, que confirmó las preocupaciones sobre la inflación que expresó la presidente de la Fed, al desplomarse en términos anules a su mínimo de ocho meses, además, las ventas minoristas se contrajeron por segundo mes consecutivo. “La soprendentemente débil evolución de la economía y la falta de empuje de Yellen ante el congreso, han dañado al dólar contra todos sus rivales”, señala Lien.
Dejando atrás estos acontecimientos, el siguiente hito para el mercado de las divisas sería la reunión de política monetaria del BCE. Los inversores están preocupados porque Draghi no respalde sus agresivos comentarios sobre la política monetaria del BCE del mes pasado y todas las miradas se centrarán en el banquero central por si le resta importancia a las declaraciones de Sintra (Portugal). El mismo supervisor salió al paso y trató de matizar las palabras del italiano, apuntando que habían sido malinterpretadas. Por si esto fuera poco, vuelan los rumores acerca de que Draghi apuntará el fin de los estímulos en el simposio de Jackson Hole de finales de agosto. Así las cosas, Lien no cree que los operadores se animen a posicionarse del lado alcista en la divisa comunitaria antes de la reunión del jueves.
LA LIBRA, CERCA DE SUS MÁXIMOS DE OCHO MESES
La otra gran protagonista indiscutible es la libra, que se disparó un 1,2% el pasado viernes hasta su mejor nivel en ocho meses, por encima de los 1,3100 dólares, niveles de precio en los que se mantiene en este arranque semanal. La divisa británica se enfrenta a las citas clave de la publicación del dato de inflación y al discurso del gobernador del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés, Mark Carney).
El desempeño alcista de la moneda obedece a la reciente división surgida en el seno del banco central de que la política monetaria de la entidad puede cambiar de cara a 2018. Este impulso puede conducir al cable (libra/dólar) hasta el área de los 1,3300 dólares, “hasta completar el movimiento iniciado en abril”, indica Michael Hewson, analista de CMC Markets. Contra el euro, el experto espera que la libra “retome el área de las 0,8770 unidades, que despejará el camino hacia las 0,8770 libras”.