El 'billete verde' vuelve a dejarse llevar por las ventas en todos los frentes
Después de un arranque semanal en el que la volatilidad cobró protagonismo, el euro ha logrado no sólo defender y asentarse por encima de la barrera de los 1,23 dólares, sino que este martes se estira hasta los 1,2400 dólares, después de un renovado apetito por el riesgo, espoleado por las noticias de que Corea del Norte está dispuesta a abandonar su programa nuclear y a mantener contactos diplomáticos con EEUU.
Además, el dólar vuelve a verse sometido a la presión vendedora al trascender que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya asegurado que se mantendrá fiel a sus planes de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio, anunciadas el viernes. Frente al yen, el 'billete verde' ha vuelto a sucumbir por debajo de los 106,00 yenes, después de haber protagonizado un auge de un 0,8% hasta los 106,40 yenes, desde los nuevos mínimos de 16 meses alcanzados en el arranque semanal.
"Los mercados aún deben digerir qué significa para el dólar la guerra comercial", señala Jane Foley, estratega de Rabobank. "Si bien en el corto plazo podría verse como negativa para el dólar, hay razones para decir que en el medio plazo podría ser positivo, porque si el crecimiento realmente se desacelera y se aleja de los mercados emergentes, entonces podríamos ver un estrangulamiento de la liquidez y un impulso positivo en el dólar", agrega la experta.
Indica también Foley que los planes de imponer impuestos a las importaciones de un 25% en el acero y un 10% en el aluminio, son irremediablemente negativos para el dólar canadiense, ya que el país vecino es uno de los principales exportadores de estos metales. La moneda estadounidense se ubica muy cerca de los máximos de ocho meses del lunes, en los 1,3000 dólares canadienses.
OPTIMISMO EN EL EURO ANTES DEL BCE
Así las cosas, el optimismo alrededor del euro, se acelera horas después de que los inversores del mercado de las divisas decidieran dejar de lado los inciertos resultados de las elecciones generales italianas y, en cambio, concentrarse en el positivo desenlace de la política alemana, que abre las puertas a las reformas económicas franco-germanas en la Unión Europea (UE).
Aunque ningún partido obtuvo una clara mayoría en el país transalpino y los verdaderos ganadores fueron los partidos anti-sistema y euroescépticos, la divisa comunitaria logró superar una moderada oleada de ventas que siguió a un máximo de casi una semana en los 1,2362 dólares. Este martes, los inversores se dejan llevar “por el alivio de que los socialdemócratas votaron sí a la formación de una coalición con el partido conservador de Angela Merkel”, indica la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien.
Esto termina con casi seis meses de incertidumbre política y pone a Alemania nuevamente en el camino para enfocarse en su recuperación. Y, lo que es más importante, “el resultado es positivo para el impulso reformista del bloque comunitario de Emmanuel Macron, que apoya Merkel, y las políticas fiscales más acomodaticias", apuntan los expertos de Danske Bank.
Por otra parte, pasado el “susto” inicial, los operadores se han dado cuenta de que, al igual que ocurrió en Alemania, “el estancamiento político de Italia podría durar meses”, argumenta por su parte Lien. “No está claro qué partido tendrá derecho a formar un gobierno de coalición y cuánto tiempo tomará”, por lo que los acontecimientos en la tercera potencia de la Eurozona pasarán a ser un “molesto aunque suave ruido de fondo hasta que se llegue a un acuerdo”, redondea la experta.
En cambio, los operadores centrarán su atención hacia el siguiente evento de peso para la ‘moneda compartida’. Y no es otro que la reunión del mes de marzo del Banco Central Europeo (BCE), donde se espera que la entidad presidida por Mario Draghi inicie su distanciamiento de la política monetaria ultra-flexible de los últimos años. El mercado espera, de hecho, que la entidad inicie su cambio de orientación con modificaciones en las comunicaciones.