La moneda comunitaria sufrió un giro en su operativa en el arranque se semana
Después del rally del euro, que lo ha mantenido en una carrera ascendente las últimas cuarto jornadas, las tornas cambiaron para la divisa comunitaria este lunes. En una jornada en que las divisas se vieron enfrascadas en estrechos rangos, la divisa europea alcanzó un máximo de dos meses en las inmediaciones de los 1,1975 dólares y se ha dado la vuelta hasta niveles por debajo de los 1,1900 dólares este martes. El interés de los operadores se vuelve hacia el dólar esta semana, con varios eventos en marcha en EEUU y la libra sigue siendo la tercera protagonista.
El agotamiento que exhibe el euro arrancó en la sesión americana del lunes no obstante, los analistas no encuentran una razón clara para que no prosiguiera hasta los 1,20 dólares. “Cierta debilidad en el rendimiento del bund alemán, unido a que el precio de los 1,1975 dólares es el nivel en el que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, señaló que el cambio de la divisa necesita ser monitorizado, podrían explicar el reverso en la operativa del euro/dólar”, argumenta la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. “La estructura técnica del cruce indica que la corrección puede proseguir hasta los 1,1850 dólares”, avisa Lien.
Los analistas de Danske Bank también responsabilizan al BCE de que la moneda no alcance nuevos máximos antes de fin de año. “Es poco probable que la divisa europea supere los 1,20 dólares sin apoyo del banco central, algo que es poco probable que ocurra en la reunión de diciembre.
Tanto Lien como los analistas de la entidad danesa destacan que el resto de la semana será “movidita” para el dólar y el euro también tendrá una renovada dosis de acción con la publicación del informe de la inflación del mes de noviembre. “En EEUU el dato de los precios al consumo acaparará la atención de los mercados, después del acento de la Reserva Federal (Fed) en la debilidad de la inflación”, indican desde Danske Bank.
Por otra parte, no creen que la comparecencia del nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el Senado de los EEUU, cámara que debe ratificarle, salvo sorpresa, como próximo presidente de la Reserva Federal (Fed) a partir de febrero, mueva el mercado.
EL BREXIT SIGUE SIENDO EL MOTOR DE LA LIBRA
Como no podía ser de otra manera, la libra también acapara parte del protagonismo este martes. Por un lado, porque las negociaciones sobre el divorcio de Reino Unido y la Unión Europea (UE) afrontan otra semana clave, ya que se aproxima la siguiente fecha límite del Gobierno de Theresa May para cerrar los acuerdos del Brexit. Por otro, porque el Banco de Inglaterra (boa por sus siglas en inglés) presenta su Revisión de Estabilidad Financiera, a la que seguirá una intervención del gobernador de la entidad, Mark Carney.
Cuando el informe fue publicado en junio, el BoE describió el sistema financiero como resistente, pero expresó su preocupación de que el crédito al consumidor creciera demasiado rápido y ordenó a los bancos que construyeran reservas de capital anticíclicas en caso de que se produzca una desaceleración. “En ese momento, su perspectiva, en general positiva, ayudó a elevar la libra esterlina, pero esta vez, el Banco de Inglaterra es más cauteloso sobre todo porque esta es la ronda más dura de pruebas de estrés bancario hasta el momento”, apunta Lien.
Del lado del Brexit, la parte de las negociaciones que afectan a la frontera con Irlanda del Norte se ha vuelto un tema candente ante la crisis en marcha en el Gobierno de Dublín. Pero el acuerdo sobre la factura del divorcio ha dado alas a la libra, que ha tocado máximos de un mes y medio y se mantiene por encima de los 1,3300 dólares. Sin embargo, desde Danske Bank no esperan que haya un “rally significativo en la libra a medida que se entra en la segunda fase de las negociaciones”.