Los inversores prefieren fijarse en la mano tendida al diálogo con China que en órdago comercial del presidente de EEUU
El dólar aguanta el tipo ante los envites de la guerra comercial, pero no puede con el decepcionante dato de empleo en EEUU. El último ataque del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que ha anunciado nuevos aranceles adicionales a China por valor de 100.000 millones de dólares, apenas había arañado la superficie del rally del ‘billete verde’ espoleado por la convicción en los mercados financieros de que la guerra comercial entre China y EEUU ha entrado plenamente en fase de negociación, pero el euro se enfila de camino a los 1,23 dólares tras la publicación de las nóminas no agrícolas.
La moneda estadounidense alcanzó su mejor cambio en casi tres semanas contra la libra, de casi un mes y medio contra el yen y de un mes contra el euro este jueves, impulsada por el apetito por el riesgo entre los inversores. No obstante, los expertos avisan de que la volatilidad se seguirá sirviendo en porciones XXL, ya que se esperan “altibajos en las negociaciones”, aseguran desde Danske Bank.
El mercado de las divisas sigue convencido de que China y EEUU acabarán negociando y que todo el ruido que llega desde ambas potencias no es más que un fogueo antes de las conversaciones. No obstante, los analistas aseguran que los inversores se mantendrán en guardia a medida que el último plan de impuestos a las exportaciones chinas se detalle.
Así, tras el comunicado de Trump sobre la valoración de gravámenes a las exportaciones chinas que ascienden la factura total a 200.000 millones de dólares entre ambas potencias, el dólar ha cedido un 0,2% ante el yen, hasta cambiarse de manos en 107,00 unidades, pero se ha recuperado desde este mínimo alcanzado en la sesión.
No obstante, la reacción de los inversores ha sido la de vender el dólar cuando se ha conocido que el empleo en Estados Unidos ha crecido a su ritmo más moderado desde el otoño pasado, cuando la actividad fue afectada por los huracanes de septiembre, según ha señalado el Departamento de Trabajo de EEUU. El euro ha avanzado un 0,5%, hasta los 1,2280 dólares y la libra ha rebasado los 1,40 dólares, en un auge del 0,6% hasta los 1,4080 dólares tras su retroceso del jueves.
LOS DATOS DE LA EUROZONA LASTRAN AL EURO
Siguiendo con el frente macroeconómico, en Europa, los datos de esta semana sobre la Eurozona han caído sistemáticamente por debajo de las previsiones, después de la débil lectura de la inflación subyacente publicada el miércoles (1,0%) y con el mal sabor de boca que dejaron los pedidos de fábrica alemanes, las ventas minoristas de Eurozona y PMI de servicios. "Esto confirma la imagen general de una desaceleración en el crecimiento del bloque comunitario", indican los expertos de Danske Bank. "Una caída que podría empujar al Banco Central Europeo a mantener un tono pesimista", agregan.
Ha sido también la publicación de los datos del sector servicios en Reino Unido, cuyo resultado tampoco cumplió con lo esperado por el consenso de mercado, y, aún más, los datos del PMI compuesto, que cayeron a su nivel más bajo desde el referéndum del Brexit, lo que ha pesado en las ventas de la libra de las últimas horas. "A pesar de que estos indicadores pueden apuntar a una desaceleración en los próximos meses, aún mantenemos nuestras previsiones de que el Banco de Inglaterra aumente los tipos en un cuarto de punto en la reunión de mayo", señalan desde el banco de inversión danés.