Los expertos de Credit Suisse analizan el futuro que espera al mundo de la política ante los cambios que se avecinan
El futuro de la política es negro. Muy negro. Al menos así lo creen los expertos consultados por Credit Suisse, que afirman que los cambios que se avecinan en los próximos meses y años serán determinantes para el devenir de la política, que ahora mismo "está en recesión" mientras que "los mercados y las economías se están recuperando". Lo que deben decir los gobernantes es si esa recesión se hace de forma ordenada y "democrática" o si, por el contrario, acaba por llevar a un "declive a largo plazo".
De la solución que dé la política a los desafíos que ya se están planteando, como el auge de los populismos, dependerá su supervivencia
El problema no es sólo de España, ni siquiera únicamente de Europa. La situación actual de 'recesión' afecta a la política mundial, y todos los países, especialmente los desarrollados, deberán enfrentarse a importantes retos que serán determinantes de cara al futuro. De la resolución que den a los desafíos que ya se están planteando, como el auge de los populismos, dependerá su supervivencia. Esa es la conclusión a la que llegan estos expertos consultados por Credit Suisse Research Institute para elaborar el informe que acaba de publicar, titulado 'El futuro de la política', que se acaba de dar a conocer en el marco del Foro Económico Mundial que se celebra estos días en Davos (Suiza).
Estos expertos auguran un cambio en el orden político global, sobre todo debido "a la reversión de la tendencia hacia la democratización, las amenazas del nacionalismo populista y las implicaciones del fin de la globalización". Además, en el informe señalan que "mientras la economía global y los mercados financieros han emergido de una recesión de casi una década, la democracia liberal está luchando" por su supervivencia.
La pregunta es si la política será capaz de pervivir "tal y como la conocemos" hoy, teniendo en cuenta que "la democracia parece estar en proceso de retirada", o si será capaz de adaptarse a los cambios para evitar su propio declive a largo plazo. En este sentido, Urs Rohner, presidente del Credit Suisse Research Institute y presidente de la junta directiva de Credit Suisse Group, pone el acento en las "tensiones entre las sociedades y el Estado" que se aprecian en muchos países.
Asimismo, Rohner recuerda que "el número de nuevas democracias se estancó a mediados de la década del 2000 y desde entonces ha seguido un camino descendente", y mientras que los mercados internacionales "han demostrado ser bastante resistentes a los eventos geopolíticos individuales", lo cierto es que "las consecuencias del cambiante ecosistema político probablemente serán sustanciales en el futuro" para todos.
El informe también constata el fin de la globalización, y cuestiona si la política se recuperará de este momento tan difícil que atraviesa. Además, pone el acento en el surgimiento de los nacionalismos populistas y su cada vez mayor ascensión. El profesor Francis Fukuyama, miembro del Instituto Freeman Spogli de Stanford, se pregunta, precisamente, si el fenómeno es meramente una "recesión democrática" o una recesión a largo plazo. A este respecto, vaticina que "el futuro del gobierno democrático en Europa y América del Norte dependerá, en gran medida, de cómo sus sistemas políticos se adapten a las grandes fuerzas sociales que se han desatado por la globalización y la tecnología".
¿TOMAN LOS VOTANTES MALAS DECISIONES?
Por su parte, para el profesor Michael M. Ting, de la Universidad de Columbia, la clave está en los votantes. Lo que hace es aplicar las lecciones aprendidas en el área de comportamiento económico y trasladarlas al comportamiento electoral, afirmando que lo ocurrido de un tiempo a esta parte ayuda a analizar las influencias y motivaciones de los votantes.
"La economía del comportamiento puede proporcionar explicaciones con bases psicológicas para estas peculiaridades en el comportamiento de los votantes. Comprender cómo los ciudadanos se acercan a votar es de vital importancia para el esfuerzo de mejorar los procesos electorales", señala Ting. "Si los consumidores pueden tomar malas decisiones como resultado de sus limitaciones cognitivas, ¿por qué no habrían de hacerlo también los votantes?", pregunta.
Bob Parker, presidente del Asset Management and Investors Council, afirma que "el mundo de hoy parece alejarse de la globalización y la hegemonía estadounidense convencional hacia un orden económico mundial más multipolar", y habla de la importancia que esto tiene en las inversiones. En su opinión, los mercados estarán influenciados más por factores regionales o locales que por tendencias globales.
Así las cosas, ¿qué se puede esperar para este 2018 y los próximos años? Otro colaborador en el informe, Nicholas Burns, profesor de la Universidad de Harvard y exsubsecretario de Estado de EEUU, propone una respuesta. "El mundo está experimentando la transición de liderazgo más profunda en una generación", afirma Burns. En su opinión, 2018 promete ser un año de desafíos significativos para la estabilidad y la paz mundiales. Cree que Europa puede desempeñar un papel fundamental, dado que tradicional papel de liderazgo de Estados Unidos parece haber quedado difuminado ante la incertidumbre que desprende cada decisión del presidente Donald Trump.
Europa puede desempeñar un papel fundamental: el tradicional papel de liderazgo de EEUU ha quedado difuminado por la 'incertidumbre Trump'
Burns cree que otras potencias democráticas, especialmente Europa, India y Japón, pueden llenar el vacío creado por una administración estadounidense que opta cada vez más por políticas que se alejan del compromiso internacional.
Y más a largo plazo, los expertos de Credit Suisse Michael O'Sullivan y Krithika Subramanian, la política debe centrarse en lograr "otros objetivos socioeconómicos". Tras la crisis financiera mundial que ha llevado a muchos gobiernos a ponerse como principal meta el crecimiento económico, ambos consideran que la tendencia tiene que cambiar y que los políticos deben centrarse en otras medidas.
Aunque Afshin Molavi, principal investigador del John Hopkins SAIS Foreign Policy Institute, se centra en aquellos que viven fuera de Norteamérica y Europa. Se trata del 85% de la población mundial, en cuyas manos está el futuro, según este experto. "El destino de nuestro mundo depende, en gran medida, de lo que sucede en este 85% del mundo no occidental, con profundos efectos en los negocios, la política y la sociedad", dice Molavi, refiriéndose a los países de África, Asia, América Latina y Medio Oriente. "El futuro de la política global", argumenta, "radica en el éxito o fracaso futuro de las ciudades del mundo en desarrollo".