El entorno de tipos bajos acelera la colocación de bonos, según los datos recopilados por Societe Generale
Las empresas españolas han aprovechado el entorno de tipos bajos y el programa de compras del Banco Central Europeo (BCE) para lanzarse al mercado de renta fija con el ejercicio más activo en el mercado de deuda desde la entrada en vigor del euro. La colocación de bonos se mantuvo, en total, constante en España durante 2016, pero con un importante aumento del sector privado y un descenso de las emisiones de las administraciones públicas.
En concreto, según los datos recopilados por Societe Generale, el mercado de bonos registró un volumen de colocaciones de 81.800 millones de euros durante 2016, misma cifra que en 2015 y un 8,2% menos que los 89.100 millones de 2014. No obstante, el peso de cada tipo de deuda ha variado drásticamente. El peso del sector público en el total de las emisiones ha descendido desde el 26% hasta el 23% en un año, frente al 33% que llegó a alcanzar en 2013 y 2014. Por su parte, el sector financiero ha descendido desde el 41% de 2015, el nivel más alto en los datos ofrecidos para los últimos cinco años, hasta el 35%. Mientras que los bonos corporativos de las empresas pasan de representar un 18% hasta el 28%, el pico en este periodo.
En concreto, estos cambios se producen después de que la emisión de bonos corporativos con calificación crediticia de 'grado de inversión' se haya disparado un 62% hasta los 19.400 millones de euros. Mientras que la colocación de títulos de alto riesgo o 'high yield' se eleva un 33% hasta los 3.600 millones. En total, los 23.000 millones emitidos por las empresas es el nivel más alto desde al menos el año 2002, según las cifras facilitadas por Societe Generale.
En el caso del sector financiero, descienden las emisiones en un 15% hasta los 28.300 millones, mientras que en las administraciones públicas la colocación de deuda baja un 9% hasta los 30.700 millones.
Las variaciones se producen en un contexto de abundante liquidez en el mercado y con el entorno de tipos bajos, incentivado por las políticas ultraexpansivas del Banco Central Europeo (BCE). Entre las emisiones de las compañías destacan 28 operaciones sindicadas -colocaciones a través de un grupo de bancos-, con un total de 19.270 millones. “Tras el anuncio del BCE en marzo -incremento cuantitativo y cualitativo del programa de compras-, Telefónica reabrió el mercado primario para los bonos corporativos españoles además de ejecutar su mayor emisión desde 2006 con una operación a doble tramo por un importe global de 2.750 millones de euros”, explican en Societe Generale, en una presentación de su visión sobre los mercados de capitales de deuda y las perspectivas por parte de Arturo Alonso, director de financiación y de mercados de capitales para España y Portugal; Fernando García, co-director de mercados de capitales; Javier Guzmán, co-director de mercados de capitales; y Jaime Sanz, responsable de asesoramiento de rating para estados soberanos. Estos expertos, además, destacan las primeras operaciones de Merlin Properties y Metrovacesa, “con excelentes resultados”.
Las compañías han aprovechado el inusual escenario del pasado año para “optimizar del perfil de deuda de las emisiones. Con los spreads -diferencial respecto a un activo libre de riesgo- bajos las empresas han aprovechado para cambiar deuda con coste elevado por deuda barata en los balances. Han sido operaciones financieras para optimizar su endeudamiento”, arguyen en Societe Generale.
Otro elemento importante que aprecian los expertos es una mayor tolerancia por el riesgo de los inversores que desean buscar rentabilidades ante el entorno de tipos bajos, y que han optado por la parte larga de la curva o por irse al 'high yield'.
LEVE CRECIMIENTO PARA 2017
El mercado de renta fija estará marcado este año, según Societe Generale, por los tipos al alza, lo que impulsará los spreads, y por un desplazamiento de los inversores en la curva. Un ejemplo de ello, señalan, ha sido Telefónica, que este martes emitió 1.750 millones de euros en una colocación “muy satisfactoria” en la que se vio preferencia por el corto plazo, ya que con los tipos subiendo, el riesgo de pérdidas es mayor.
No obstante, señalan que igualmente habrá espacio para nuevos emisores, siempre y cuando tengan “una buena historia”. “Las subidas de tipos reconfiguran la base inversora. Los que especulan a corto plazo desaparecen y aparecen inversores institucionales con horizontes temporales de largo plazo a los que las rentabilidades empiezan a satisfacerles”, agregan.
Además, señalan que este ejercicio tendrá “periodos con volatilidad en los mercados que podrían dificultar el acceso de aquellos emisores con necesidades de financiación al mercado de bonos”. En este sentido, hacen referencia a la incertidumbre por la resolución del Brexit, el inicio del mandato de Trump, la reducción del programa de compras del BCE y las elecciones en Francia y Alemania.
En este contexto, anticipan un incremento del volumen emitido de bonos del 2% respecto a 2016, con una leve caída en la colocación de las empresas, una alza del 2% del sector financiero, y un incremento del sector público del 4%.
Los expertos de Societe Generale confían asimismo que la calificación crediticia de España se mantenga, frente a una tendencia a empeoramientos de los ratings a escala internacional, en medio de una subida de tipos y con un montante de deuda global que supera el 320% del PIB.