Los nueve miembros del Comité de Política Monetaria del banco central votan a favor de dejar las tasas en el 0,1%
El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) ha decidido mantener el rumbo de su política monetaria y de sus estímulos contra la pandemia del Covid-19 sin cambios en su primera reunión del año, en medio de un creciente optimismo sobre las perspectivas de la economía británica a corto plazo tras el rápido despliegue de las vacunas contra el coronavirus. Tal como esperaba el consenso de mercado, el Comité de Política Monetaria de la entidad ha votado de forma unánime dejar los tipos en el 0,1%, mientras que las compras de activos seguirán en 895.000 millones de libras.
El banco central dijo en un comunicado que "se prevé que la economía se recupere rápidamente hacia los niveles anteriores al Covid-19 en 2021, ya que se supone que el programa de vacunación conducirá a un alivio de las restricciones relacionadas con el Covid-19 y de las preocupaciones sanitarias de la población".
El banco central ha sido proactivo durante la pandemia, recortando su principal tipo de interés a un mínimo histórico del 0,1% y desembolsando otros 450.000 millones de libras (615.000 millones de dólares) en su programa de compra de bonos.
Los mercados habían esperado previamente que el banco central tomara más medidas para ayudar a la economía, potencialmente incluso recortando el tipo de interés por debajo de cero para animar a los bancos a prestar más. Sin embargo, el rápido despliegue de vacunas contra el coronavirus en el Reino Unido ha mejorado las perspectivas económicas y ha reducido las expectativas de otras medidas de forma inminente.
Hasta el miércoles, más de 10 millones de personas en el Reino Unido han recibido las primeras dosis de la vacuna, casi una quinta parte de la población adulta. Eso ha estimulado las esperanzas de que las restricciones de cierre se suavicen antes, permitiendo que la economía se recupere rápidamente.
"Dado que el despliegue de la vacuna va bien, y que los casos se reducen ahora rápidamente, hay muchas posibilidades de que la economía registre un rápido rebote de la actividad hasta mediados de año", dijo James Smith, economista de ING. "Eso, a su vez, reduce la presión para inyectar estímulos adicionales".