También deja sin cambios el programa de compras de activos en los 435.000 millones de libras actuales
Sin cambios. Como ya se había descontado por el mercado y se esperaba por la mayoría de analistas y operadores, el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) ha mantenido intacta su política monetaria tras la reunión del mes de noviembre. En un comunicado, el banco central ha anunciado que la decisión se ha tomado "por unanimidad" y en la rueda de prensa posterior, el gobernador de la entidad, Mark Carney, no ha dado pistas sobre nuevas rebajas en el precio del dinero y ha elegido enfatizar que "podría responder... en cualquier dirección".
En el documento, el BoE ha explicado que los tipos de interés permanecen en el 0,25% y que el banco central continúa con "el programa de compras de bonos del gobierno por valor de 60 mil millones de libras hasta alcanzar los 435.000 millones de libras". Además, el comité de política económica de la entidad (MPC por sus siglas en inglés), también "ha votado unánimamente que se mantenga el programa de adquisición de bonos corporativos por valor de 10.000 millones de libras". En cuanto a la inflación, el banco central deja sin cambios la política monetaria "para cumplir el objetivo de inflación del 2%, de forma que ayude a sostener el crecimiento y el empleo".
Los datos macroeconómicos de los últimos tres meses, son mejores de lo esperado, reconoce el BoE
En las actas de la reunión, se reconoce que los resultados de los indicadores de actividad económica y de sentimiento de negocios publicados en los últimos tres meses "se han recuperado de los mínimos que alcanzaron inmediatamente después del referéndum (del Brexit) y que los datos del producto interior bruto (PIB) preliminar del tercer trimestre han superado las expectativas de la entidad". "Estos resultados sugieren que las previsiones de corto plazo son mejores de lo esperado hace tres meses", ha señalado el BoE.
El comunicado también indica que el pasado mes de agosto la entidad anunció un paquete de medidas de apoyo que el comité de política monetaria del BoE "ha juzgado apropiadas para equilibrar el actual panorama económico". El texto ha destacado también "el período de incertidumbre" que podría vivir el país después de que se active su salida de la Unión Europea (UE).
EL CRECIMIENTO ECONÓMICO A LARGO PLAZO SE MANTIENE...
Durante la rueda de prensa posterior al anuncio del banco central, Mark Carney ha reconocido que "la confianza del consumidor y la inversión empresarial han sido más fuertes de lo esperado", y ha añadido que "la caída de la libra tendrá un impacto significativo en la inflación". En cuanto a las perspectivas sobre la economía, el gobernador del BoE ha indicado que el panorama a largo plazo no ha cambiado, a pesar de rebajar el crecimiento en 2017. "Acabaremos básicamente en el mismo sitio, después del paquete de estímulos destinado a sostener la expansión económica y la depreciación de la libra", ha asegurado Carney.
Sobre el reciente cambio en el panorama político, tras la resolución de la Justicia británica de que el Parlamento debe votar cuándo se invocará el artículo 50 del Tratado de Lisboa, Carney ha alertado que los efectos no serán inmediatos y ha insistido en que la "relación del Reino Unido con la UE será el principal catalizador de nuestra prosperidad en el medio plazo".
El énfasis de la entidad en la resistencia de la economía ha seguido espoleando a la libra que se encamina a los 1,2500 dólares y gana cerca de un 2% en la sesión. La divisa prosigue con el rally que ha iniciado después de conocerse que la Justicia británica obligará a que el Gobierno someta a votación parlamentaria el inicio del Brexit. El hecho de que la primera ministro británica, Theresa May, no pueda activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa de manera unilateral ha animado las compras en la divisa.
... PERO HAY MAYOR PREOCUPACIÓN POR LA INFLACIÓN
La publicación del informe trimestral de inflación también ha acompañado la decisión de la entidad. El BoE ha revisado sus previsiones de aumento de los precios para el 2017, que ha elevado hasta el 2,4%, desde el 1,9% de hace tan solo tres meses. En 2018, el banco central estima que este indicador alcanzará el 2,7%, el nivel más alto desde que empezó a controlar los precios al consumo desde 2004.
El BoE está mucho más preocupado por la inflación y que no necesariamente volverá a intervenir en la economía si se desacelera el crecimiento
"Las actas de la reunión del BoE indican que la entidad está mucho más preocupada por la inflación y que no necesariamente volverá a intervenir en la economía si se desacelera el crecimiento", destaca en un informe Samuel Tombs, economista de Pantheon Macroeconomics. "A diferencia de agosto, el Banco de Inglaterra no ha proporcionado ninguna guía sobre nuevos recortes de tasas y, en cambio, ha elegido enfatizar que 'la política monetaria podría responder... en cualquier dirección".
El economista señala el marcado cambio de tono del comité de política monetaria, ya que ha afirmado que "hay límites a la medida en que por encima de la meta de inflación se puede tolerar". Y ha añadido que "está siguiendo de cerca la evolución de las expectativas de inflación". Durante su rueda de prensa, Carney ha aclarado que el límite hasta el que el BoE tolerará que se dispare la inflación depende de las razones que causen el repunte en los precios al consumo.
Otros expertos se han apresurado a cambiar sus pronósticos sobre las acciones futuras del Banco de Inglaterra, como es el caso de IHS Markit. En una nota para clientes, ha señalado el cambio en el sesgo expansivo sobre política monetaria que el BoE mantuvo en septiembre hacia "neutral" en noviembre. "Por este motivo rebajamos nuestra previsión e que los tipos de interés puedan sufrir un nuevo recorte de 10 puntos básicos y creemos que se mantendrán en el 0,25% actual hasta 2020", concluyen desde la prestigiosa firma de análisis económico.