La relación comercial entre las dos potencias y su situación económica hacen saltar las alarmas
La relación de Estados Unidos (EEUU) y China, las dos principales economías del globo, centra este año todas las miradas, especialmente después de que se deteriorara su relación comercial a raíz del enfrentamiento en el área de los semiconductores, hasta el punto que los analistas de Nomura consideran que la conducta de las dos potencias puede llevar la economía mundial a "una crisis silenciosa".
En este sentido, desde el banco de inversión japonés recuerdan que "el pasado mes de octubre el presidente estadounidense Biden anunció nuevas medidas para controlar exportaciones a China de semiconductores avanzados utilizados en inteligencia artificial y supercomputación y equipos avanzados de producción de semiconductores. En la práctica, estas medidas equivalían a una prohibición de exportación".
Además, subrayan que "el objetivo de los últimos controles de exportación del presidente Biden ha sido China en su conjunto en lugar de empresas individuales".
Detrás de este conflicto, los analistas encuentran una lucha "por la supremacía en IA", que se ha vuelto "más feroz" entre las dos potencias, en un momento en el que "el despliegue hábil de la tecnología de IA podría determinar supremacía militar", puesto que esta tecnología "se utiliza en las armas más modernas, como drones y robots militares y también es útil a la hora de trazar estrategias y tácticas militares o fortalecer el mando y los controles militares".
"El campo de rápido crecimiento de la IA generativa (IA capaz de generar texto e imágenes) también es un área en la que deberíamos esperar ver enfrentamientos cada vez más feroces entre EEUU y China. En IA generativa, a nivel mundial hay actualmente tres empresas dominantes: dos firmas estadounidenses (OpenAI, en asociación con Microsoft, y Google) y una china (Baidu)", detallan.
Además de las disputas comerciales, desde Nomura ven "casi inevitable que haya importantes shocks económicos y financieros desatados por el proceso de eliminación de las distorsiones que se han ido acumulando a lo largo de los 15 años transcurridos desde la crisis financiera mundial".
"Particularmente digna de atención es la situación en China y Estados Unidos. En China, la tendencia del crecimiento está disminuyendo rápidamente, en parte debido al paso del crecimiento demográfico al declive. Las menores expectativas de crecimiento están aumentando el riesgo de una 'doble deflación' (en la que la inflación general y los precios inmobiliarios caen al mismo tiempo)", señalan.
Atendiendo a estas señales, ven "muy posible que los precios inmobiliarios y la inflación general de precios en China bajen abruptamente, dejando que la economía del país siga el camino recorrido por la economía japonesa cuando al colapso de la infame burbuja le siguió una prolongada caída".
"En última instancia, se espera que el Gobierno chino adopte medidas proactivas para garantizar la estabilidad de la economía, los mercados inmobiliarios, las instituciones financieras y los mercados financieros, por lo que es posible que no se produzca un rápido deterioro económico en China. Sin embargo, es poco probable que la economía recupere su potencial de crecimiento anterior dados los vientos en contra de una población en declive y tensiones entre Estados Unidos y China", vaticinan.
El estancamiento de la economía china, añaden, tendría un impacto negativo en otros países, particularmente en Asia, aunque esto cuenta con pocas opciones de convertirse en una crisis económica mundial, sino que más bien se convertiría en una "crisis silenciosa, con una corrección durante un período más largo".
La verdadera preocupación, subrayan desde Nomura, es que las dos principales economías del mundo entren "simultáneamente en una crisis silenciosa", un hecho que podría suponer "una amenaza para todo el mundo", y que parece cada vez más probable, a medida que también crecen las preocupaciones sobre las perspectivas de EEUU.
"Mientras tanto, Estados Unidos podría encaminarse hacia una recesión y, si eso sucede, la combinación de una recesión económica y una corrección en los precios inmobiliarios podría impulsar a las empresas del sector en particular al desapalancamiento (reduciendo su carga de deuda). Esto, a su vez, podría prolongar la crisis económica y provocar turbulencias en el sistema financiero", destacan.
Sin embargo, la actividad económica empresarial "no es tan sensible a los tipos de interés como lo es la actividad económica entre individuos, y por esa razón es dudoso que se vea el tipo de rápido deterioro económico y financiero observado tras el colapso de Lehman Brothers, que surgió del problema del exceso de endeudamiento de los particulares".
"Además, la fricción económica entre los dos países está empeorando y la situación parece avanzar hacia un mayor desacoplamiento. Esto probablemente exacerbará la crisis económica en ambos países. Aunque los dos países probablemente no podrán evitar cierto grado de corrección en sus economías y mercados financieros, evitar una confrontación decisiva en el frente económico será clave para limitar los riesgos", prevén.
En Nomura también observan "preocupación de que la política en EEUU podría avanzar en la dirección de intensificar la oposición a China para ganar apoyo de los votantes antes de las elecciones presidenciales de 2024", aunque todavía hay esperanzas "de que se tomarán medidas para detener el deterioro de las relaciones económicas entre los dos países".