Ambas potencias están llegando a un consenso en el conflicto comercial, publica la CNBC
EEUU Y China están logrando un mayor consenso sobre temas comerciales. Las conversaciones entre las dos primeras potencias que deben alumbrar un acuerdo que se firmaría, según los medios estadounidenses, el 27 de marzo, van viento en popa, según un exfuncionario del Ministerio de Comercio de China, en declaraciones a la CNBC.
"En los últimos nueve meses, tuvimos tres rondas de consultas; creo que tenemos más y más consenso al respecto", aseguró Jin Xu, un ex miembro del ministerio de comercio, que también fue diplomático en los EEUU y Turquía.
Según las fuentes que hablaron con la CNBC, Washington y Pekín se acercan a la meta de las negociaciones comerciales que podrían terminar este mes. "Ambos países están de acuerdo en tener más y más entendimiento mutuo y también quieren construir relaciones mucho mejores para los hombres de negocios de los dos países", escribe el medio.
"Si tenemos un mayor consenso, el mundo se beneficiará", dijo Jin, quien enfatizó que China es el país en desarrollo más grande del mundo y que Estados Unidos es el país desarrollado más grande del mundo.
Jin, quien ahora es el presidente de la Asociación de Comercio Internacional de China, dijo que tenía esperanzas de un resultado positivo de las conversaciones y que China hará los ajustes de política en consecuencia.
China se encuentra actualmente en medio de su reunión parlamentaria anual de dos semanas de duración, el Congreso Nacional del Pueblo, que comenzó el martes y finaliza el próximo viernes (5 al 15 de marzo).
En la apertura del congreso, a principios de semana, el primer ministro Li Keqiang dijo que la economía china probablemente se desacelerará este año y reveló que la meta oficial de crecimiento económico para 2019 será de entre un 6,0% al 6,5%. Eso se compara con una expansión del 6.6 por ciento en 2018, su crecimiento más lento desde 1990.
Li también dijo que la guerra arancelaria con Estados Unidos ha afectado las actividades comerciales, pero reiteró el compromiso de Pekín de "salvaguardar la globalización económica".