El dato supone una revisión a la baja y, además, se sitúa por debajo de lo esperado
La economía de EEUU continúa dando malos datos. En el cuarto trimestre de 2018, el Producto Interior Bruto (PIB) creció un 2,2% en tasa interanual, por debajo del dato adelantado y de lo esperado por el mercado, según la última revisión publicada este jueves por la Oficina de Análisis Económico.
Los analistas estimaban que la economía estadounidense creciera un 2,3%. La estimación del PIB publicada se basa en datos fuente más completos de los que estaban disponibles para la estimación "inicial" publicada el mes pasado. En la estimación inicial, el aumento en el PIB fue del 2,6%.
Además, significa un fuerte descenso respecto a los tres meses anteriores, en los que el PIB de EEUU aumentó un 3,4%, y al crecimiento del 4,2% registrado en el segundo trimestre de 2018. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha prometido mantener tasas de crecimiento anuales superiores al 3% de manera sostenida.
Trump ha prometido mantener tasas de crecimiento anuales superiores al 3% de manera sostenida
Con esta estimación para el cuarto trimestre, el panorama general del crecimiento económico sigue siendo el mismo: los gastos de consumo personal (PCE), el gasto del gobierno estatal y local y la inversión fija no residencial se revisaron a la baja. Por su parte, las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, también se revisaron a la baja.
La desaceleración en el crecimiento del PIB real en el cuarto trimestre reflejó desaceleraciones en la inversión en inventarios privados, PCE y gasto del gobierno federal y una caída en el gasto del gobierno estatal y local. Estos movimientos fueron compensados en parte por un aumento en las exportaciones y una aceleración en la inversión fija no residencial. Las importaciones aumentaron menos en el cuarto trimestre que en el tercer trimestre.
En 2018, el PIB aumentó un 2,9%, en comparación con un incremento del 2,2% registrado en 2017. Esto fue el reflejo principalmente de las contribuciones positivas del PCE, la inversión fija no residencial, las exportaciones, el gasto del gobierno federal, la inversión en inventarios privados y el gasto de los gobiernos estatales y locales que fueron ligeramente compensados por una pequeña contribución negativa de la inversión fija residencial. Las importaciones también aumentaron.