Se confirma la ralentización del crecimiento de la economía en la lectura final del indicador
La última revisión del producto interior bruto (PIB) de la economía estadounidense refleja que finalmente creció al 2,3% en tasa interanual durante el tercer trimestre, según los datos que ha facilitado la Oficina de Análisis Económico americana (BEA, por sus siglas en inglés).
Esto supone una revisión al alza de la cifra, puesto que la primera lectura arrojó un crecimiento del 2,1%. Asimismo, las previsiones del consenso no esperaban cambios.
De esta forma, se confirma la ralentización de la primera economía del mundo en el tercer trimestre. En la primera mitad del año, el PIB de EEUU creció a un promedio del 6,5%.
"La actualización refleja principalmente revisiones al alza de los gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) y la inversión en inventarios privados que fueron compensadas en parte por una revisión a la baja de las exportaciones. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, se revisaron a la baja", dice la BEA en el informe.
En el periodo de julio a septiembre se produjo un importante atasco en la cadena de suministro del país, lo que a su vez frenó la recuperación iniciada en abril de 2020 tras la recesión más corta pero más pronunciada de la historia de Estados Unidos. La expansión de la variante Delta durante el verano también es otra de las causas que está detrás de este frenazo, sobre todo por las restricciones derivadas con el objetivo de controlar la pandemia.
El aumento de la inversión en inventarios privados reflejó, según el informe, aumentos en el comercio mayorista, liderado por las industrias de bienes no duraderos, y en el comercio minorista, con el motor y los distribuidores de repuestos a la cabeza. El aumento del PCE reflejó un aumento en los servicios que fue parcialmente compensado por una disminución de los bienes.
Asimismo, se han publicado los datos referentes al gasto en consumo personal del tercer trimestre, que se ha mantenido en el 5,3%, cifras sin cambios respecto a la última actualización y las previsiones de consenso.
"La recuperación terminará el año 2021 con una nota fuerte, con la solidez de las finanzas de los hogares, el aumento del empleo y la mejora del contexto de la salud (antes de la llegada de Ómicron) que apoyan el crecimiento del PIB por encima del 7% en el cuarto trimestre", comentan desde Oxford Economics.
Prevén que para el primer trimestre de 2022 el PIB tenga una pequeña ralentización, para después reactivarse hasta el 4% de media durante la primavera y el verano.
"Dicho esto, el resurgimiento de los casos de Covid y la mayor cautela de los consumidores y las empresas aumentan los riesgos a la baja de nuestras proyecciones. Si no se aprueba la ley 'Build Back Better' del presidente Biden, también se corre el riesgo de rebajar nuestras previsiones para 2022", concluyen.
Por otro lado, también se ha publicado el índice de actividad de la Reserva Federal (Fed) de Chicago, que ha caído al 0,37 desde el 0,75 anterior.
Esta batería de datos macroeconómicos llega la semana después de que la Fed anunciara que duplicará el 'tapering' con el objetivo de controlar la inflación. "Ahora hay un riesgo real de que la inflación sea más persistente", dijo el presidente del organismo, Jerome Powell, al finalizar la reunión.
Asimismo, varios funcionarios del banco central americano anticipan tres subidas de tipos en 2022 y otras tres en 2023. Pese a ello, el dirigente tranquilizó a los mercados con el mensaje de que "si la economía no es tan fuerte, adaptaremos la política en consecuencia".