MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El Tesoro Público Español ha colocado este martes 4.000 millones de euros en la emisión de un bono ligado a la inflación a 12 años en la que ha supuesto su cuarta sindicación del año, en tanto que ha recibido una demanda superior a los 50.000 millones.
El organismo ha señalado que esta cantidad de demanda, doce veces superior al monto emitido, ha sido "la mayor registrada en la historia de los bonos ligados a la inflación en Europa" y que ha superado en más de 20.000 millones a la registrada en la sindicación del último bono ligado a la inflación europea en octubre de 2023.
Asimismo, este volumen de demanda ha supuesto una de las mayores sobresuscripciones registradas por el Tesoro a cualquier plazo.
En un plano más amplio, desde el Tesoro han destacado que esta "histórica demanda y la calidad de las órdenes refleja la confianza de los inversores en la economía española tras la publicación de las nuevas previsiones económicas, que elevan la previsión de crecimiento hasta 2026". En esa línea, han señalado a su vez que se produce en un contexto de relajación monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
De su lado, han llamado la atención en que casi el 89% de cuentas participantes se corresponde con inversores internacionales -han participado un total de 308 cuentas inversoras-, lo que evidencia, según el organismo, la fortaleza de la deuda pública española y el sólido acceso al mercado del Tesoro Público, así como los beneficios del programa de bonos ligados a la inflación.
Atendiendo al tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a los bancos centrales e instituciones oficiales, con un 30,5%, seguidas de las aseguradoras y fondos de pensiones, con un 23,8%, las gestoras de fondos, con un 19,5%, y las tesorerías bancarias, con un 13,4%.
El resto de las empresas de servicios bancarios han participado con un 5,6% y los fondos apalancados con un 3,4%; otros inversores han representado un 3,8%.
Por otra parte, la institución dependiente del Ministerio de Economía ha señalado que, gracias a este volumen histórico de demanda, se ha podido reducir en tres puntos básicos el diferencial anunciado inicialmente.
En consecuencia, el bono emitido hoy, que vence el 30 de noviembre de 2036, tiene un cupón del 1,15%, mientras que la rentabilidad real se ha situado en 1,193%, tan sólo 22 puntos básicos por encima de la actual referencia ligada a la inflación europea con vencimiento en noviembre de 2033.
Esta rentabilidad real es 89 puntos básicos menor que la registrada en la emisión de un bono a 15 años ligado a la inflación hace apenas un año.
Con esta sindicación el Tesoro ya lleva emitidos 146.860 millones de euros a medio y largo plazo en 2024, el 84,8% de su programa de financiación a medio y largo plazo para 2024, en tanto que la vida media de la deuda del Estado en circulación alcanza los 7,9 años y el coste medio de la cartera de deuda del Tesoro se sitúa en el 2,21%.
Banco Santander, Citigroup, Crédit Agricole, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Société Générale han actuado como directores de esta emisión, mientras que el resto del grupo de Creadores de Mercado de Bonos y Obligaciones del Estado han actuado como codirectores.
Cabe reseñar que el BCE acometió hace dos semanas su segundo recorte de cuarto de punto sobre los tipos de interés, dejando las tasas de referencia en el 3,5%.
PROGRAMA DE FINANCIACIÓN DEL TESORO PARA 2024
En conjunto, la estrategia de financiación del Tesoro de 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio, lo que supone una reducción 10.000 millones respecto a las de 2023.
Por su parte, la emisión bruta prevista ascenderá a 257.572 millones de euros, un 2% superior a la de 2023 debido al incremento de las amortizaciones, y el grueso se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.
Dentro de la estrategia del Tesoro para 2024 está previsto recurrir nuevamente a las sindicaciones para la emisión de determinadas referencias de obligaciones del Estado.
Otro de los objetivos para 2024 será mantener la diversificación de la base inversora y apostar por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación, reforzando de esta forma el mercado de finanzas sostenibles.