La Sareb ha "cumplido con sus obligaciones de información" de las operaciones presuntamente irregulares detectadas, ha explicado su presidente
La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha trasladado a la Fiscalía General del Estado 18 operaciones presuntamente irregulares detectadas en su cartera de activos financieros e inmobiliarios que podrían haber ocasionado un perjuicio estimado de 355 millones de euros.
Así lo ha explicado el presidente de la sociedad, Jaime Echegoyen, durante su intervención en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, la quiebra de las cajas de ahorros y el programa de asistencia.
Mediante esta comunicación, la Sareb ha "cumplido con sus obligaciones de información" de las operaciones presuntamente irregulares detectadas, según ha explicado el presidente de Sareb.
Antes de dar traslado a la Fiscalía de las operaciones sospechosas, la sociedad analiza internamente los indicios de irregularidad en estas operaciones y, si los indicios cobran peso, se pide un informe independiente. Si este ratifica la sospecha, se remite a la Fiscalía, y esto ha ocurrido en 18 ocasiones.
Durante su intervención, Echegoyen ha puesto en valor que la compañía "ha tenido que sortear y adaptarse a unas especiales circunstancias operativas" y que "no puso precio a los activos, pero sí tuvo que poner en orden los más de 90.000 préstamos con sus más de 300.000 garantías asociadas y los más de 100.000 inmuebles adquiridos".
Tras su creación, la Sareb tuvo que organizar su estructura interna y "saber qué se vendía, dónde estaba y en qué estado se encontraba", lo que supuso una "tarea ingente" que "obligó a realizar un ambicioso análisis para definir, localizar y documentar de forma precisa la cartera", ha defendido Echegoyen.
"Tampoco disponíamos entonces de una red comercial de gestión y venta de activos, lo que convertía a las cedentes en nuestros agentes comerciales", ha explicado Echegoyen, que ha subrayado que "la actividad principal de un banco no es vender pisos, máxime en una situación de reestructuración y lucha por la supervivencia como la que atravesaban nueve entidades rescatadas".
El presidente de Sareb ha incidido en que la sociedad "no eligió ni puso el precio de la cartera", sino que "fue una decisión administrativa la que seleccionó el perímetro de los activos y los precios de los mismos", por lo que desde Sareb deben ser "extremadamente cuidadosos en la gestión y en las desinversiones". "No podemos realizar muchas operaciones a pérdida porque no contamos con otras vías de ingreso o beneficio que nos permitan compensar", ha explicado.
La Sareb debe "ver operación a operación y activo a activo y allí donde tengan difícil salida articular estrategias para ponerlos en valor a medio plazo", todo teniendo en cuenta que la vida de su mandato de desinversión es "finita", ha destacado Echegoyen.
El presidente de Sareb ha defendido la actividad de la sociedad durante sus cinco años de vida y espera que su "continuado esfuerzo comercial", junto con el de Altamira, Haya, Servihabitat y Solvia, pueda aumentar el ritmo de liquidación de la cartera y avanzar en la desinversión.
A cierre de diciembre de 2017, Sareb había desinvertido activos por 13.602 millones de euros, consiguiendo así reducir el perímetro de la cartera desde los 50.781 millones de euros a los 37.179 millones de euros. Así, la compañía ha cerrado su primer tercio de vida operativa liquidando el 27% de su cartera.