MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Las mujeres mayores de 55 años tienen peores tasas de emprendimiento, niveles más altos de desempleo, peores sueldos --con una brecha salarial de hasta el 27% en la franja de más de 65 años--, poca presencia en los cargos de alta dirección y una percepción social de invisibilidad con respecto a su trabajo que, en muchos casos, se vincula a los cuidados y al voluntariado, según señala el 'IV Mapa de Talento Sénior. La brecha de género', presentado este martes por Fundación Mapfre y ClosinGap.
El informe, que analiza la situación de la mujer 'sénior' con relación al mercado laboral, emprendimiento y percepción social, se ha presentado en un acto que ha contado con la participación de la presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo; el presidente de Mapfre, Antonio Huertas; y la presidenta de ClosinGap y de Merck Healthcare Europa, Marieta Jiménez, entre otros.
Los autores del trabajo, Iñaki Ortega, consejero asesor del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre; Rafael Puyol, presidente de UNIR; y Alfonso Jiménez, socio de Exec Avenue, han destacado que aún existe un trabajo pendiente para evitar el abandono temprano del mercado laboral por parte de muchas mujeres, una brecha "injusta" que, entre otras desventajas, se traduce en "menor desarrollo económico y social".
Según han indicado, en el conjunto de la población 'sénior', las mujeres suponen un porcentaje superior (55%) al de hombres y su porcentaje ha crecido en la población activa y ocupada. Desde 2008, las mujeres mayores de 55 años que trabajan han pasado de representar el 35% del total de ocupados sénior al 45% en 2023, es decir, 10 puntos porcentuales más en 15 años. De esta forma, de los 4,4 millones de 'sénior' ocupados, 1,9 millones son mujeres.
Si bien, los autores ponen de relieve que, aunque las distancias se reducen, sigue habiendo más hombres activos y ocupados que mujeres, y las tasas de actividad y ocupación femeninas son inferiores a las masculinas. También señalan que hay menos mujeres en los trabajos por cuenta propia y en la categoría de directoras y gerentes, y más, en las actividades a tiempo parcial y en el sector público.
En cuanto al trabajo por cuenta propia, precisan que, entre los mayores de 55 años hay "solo 365.000 mujeres autónomas frente a 673.000 hombres" y advierten de que este diferencial se mantiene en todas las cohortes de edad de la población 'sénior', y crece conforme se acercan a la edad de jubilación legal.
El informe recoge una selección de 40 empresas con "buenas prácticas" como Abbott, que cuenta con un programa de tutoría y de formación dirigido mayores de 55 años; Lilly, que ha establecido objetivos concretos para aumentar el número de mujeres mayores en puestos directivos; y Nestlé, que cuenta con un plan de acción para impulsar la equidad de género.
Además, el documento propone estrategias como desarrollar planes de desarrollo profesional, incluir programas de retorno a la carrera, eliminar sesgos de edad y género en la selección de personas, crear entornos laborales flexibles e implementar programas de capacitación y mentoría intergeneracional.
Entre las iniciativas más frecuentes, destacan promover segundas carreras, impulsar trabajos a tiempo parcial, incentivar el trabajo autónomo, apoyar que los 'sénior' trabajen en servicios propios de la economía plateada, dar mayor visibilidad a las trabajadoras mayores y favorecer bonificaciones del 100% para empresas que contraten a mujeres mayores o para aquellas que deseen emprender a partir de los 50 años, entre otras.