Economía.- La proporción de salarios bajos sigue al alza y mantiene el ahorro en mínimos, según la CNMV

La capacidad de ahorro de los españoles continuó disminuyendo durante el primer semestre de este año, hasta situarse en el 4,7%, sistemáticamente por debajo de la media de la Unión Europea (UE), debido entre otros aspectos al aumento de la vulnerabilidad económica en los hogares, según un informe realizado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De hecho, según datos del supervisor, hasta un 30% de los españoles podrían hacer frente a sus gastos menos de un mes si pierden la fuente principal de ingresos, mientras que hasta un 15% solamente podría subsistir una semana.

"La fundamental para que aumente el ahorro es que aumenten los ingresos, por lo que se deben tomar medidas relacionadas con la política de rentas o apoyar la negociación colectiva de salarios", sostienen fuentes de la CNMV, que ven positivo el reciente aumento del salario mínimo interprofesional a 900 euros.

LA TASA TOBIN NO DISTORSIONARÁ EL MERCADO

En cuanto a otras nuevas figuras aprobadas por el Gobierno, como el Impuesto a las Transacciones Financieras, la CNMV cree que no distorsionará mucho el mercado, aunque aconseja que se implante a nivel europeo para que no se produzcan salidas de capitales.

La baja tasa de ahorro, combinada con un alto nivel de endeudamiento --en torno a un 100%--, aunque inferior al de hace unos años --llegó a alcanzar el 135%--, dificulta las opciones de inversión de los españoles.

Según se desprende del documento, si bien la renta disponible agregada ha experimentado un incremento, se observa un problema en la distribución de la misma. Así, al aumentar el número de personas con salarios más bajos, la renta disponible es menor y, por ende, se destina más al consumo. "Hay una parte muy importante de la población con salarios muy reducidos", subrayan las mismas fuentes.

EL AHORRO GENERADO SE DESTINA A INMUEBLE

Los hogares españoles, no obstante, tienen de media una riqueza superior a la de los hogares de la zona euro, aunque ello se debe exclusivamente al componente inmobiliario. De hecho, la riqueza financiera neta es en torno a un 25%-30% del Producto Interior Bruto (PIB) inferior a la media en prácticamente todos los periodos.

Así, la mayoría de los recursos disponibles para invertir por parte de los españoles es destinado a inmueble, lo que implica la generación de una economía de bajo valor añadido, un menor desarrollo de los mercados financieros e incluso también una reducida movilidad laboral.

"Los españoles tienen una tendencia a invertir en activos muy líquidos, lo que podría asociarse también a un modelo más conservador", asevera la CNMV.

Durante la crisis, el rendimiento de la vivienda estaba por encima del 20% y la población consideraba que esto se prolongaría durante un periodo largo de tiempo. "Creemos que se infravaloraron los riesgos de mercado y de liquidez", precisan.

También apuntan a un régimen fiscal a favor de la compra o un mercado del alquiler que no funciona o tiene fricciones, a la entrada de España a la UE con la consecuente reducción de los tipos de interés, a la oferta de crédito bancario, o a hasta problemas de educación financiera como elementos que podrían haber llevado a los españoles a considerar el activo inmobiliario como la mejor opción de inversión.

IMPULSO A LOS PRECIOS DE LA VIVIENDA

Esta situación, en la que el crecimiento de la economía se basa en una demanda interna orientada a actividades de la construcción, podría llevar a un nuevo aumento de los precios, sobre todo en el sector inmobiliario, por lo que lo importante es conseguir un equilibrio entre la inversión en vivienda y en activos financieros.

Sin embargo, fuentes de la CNMV no creen que en el corto plazo vaya a haber un aumento significativo del ahorro, por tema de distribución de riqueza y de cultura, que permita llegar a un equilibrio.