Aunque el porcentaje sobre el PIB se ha reducido desde el 321% anterior
La deuda de hogares, empresas, bancos y gobiernos de todo el mundo sumaba al final del tercer trimestre de 2017 un total de 232,9 billones de dólares (193 billones de euros), una cifra que representa un nuevo récord tras incrementarse en 16,5 billones de dólares (13,7 billones de euros) en los nueve primeros meses del año pasado, según los datos recopilados por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
A pesar del aumento de la deuda global en cifras absolutas, el dato de deuda global en relación al PIB mundial se situaba al final del tercer trimestre de 2017 en el 318%, tres puntos porcentuales por debajo del máximo histórico del 321% registrado un año antes.
La deuda de las economías avanzadas sumaba al término del tercer trimestre de 2017 un total de 171,8 billones de dólares (142,6 billones de euros), mientras que el pasivo de las economías emergentes era de 61,1 billones de dólares (50,7 billones de euros).
La deuda de los hogares de las economías desarrolladas alcanzó los 33,3 billones de dólares (27,6 billones de euros) y 10,2 billones de dólares (8,5 billones de euros) en el caso de las familias de países emergentes, haciendo un total de 43,5 billones de dólares (36 billones de euros).
Por su parte, la deuda de empresas a nivel global era de 68,4 billones de dólares (57 billones de euros), de los que 40,3 billones de dólares (34 billones de euros) correspondía a empresas de países desarrollados y 28,1 billones de dólares (23 billones de euros) a compañías de países emergentes.
En el caso de la banca, las entidades de economías desarrolladas adeudaban 48,7 billones de dólares (40,4 billones de euros), mientras las de economías emergentes un total de 9,1 billones de dólares (7,5 billones de euros), sumando 57,8 billones de dólares (48 billones de euros) en conjunto.
GOBIERNOS BAJO PRESIÓN
Asimismo, la deuda pública mundial sumaba en el tercer trimestre de 2017 un total de 63,2 billones de dólares (52 billones de euros), frente a los 59,4 billones de dólares (49,3 billones de euros) registrados al final de 2016. De esta cifra, los gobiernos de economías avanzadas adeudaban 49,5 billones de dólares (41 billones de euros) y los de economías emergentes 13,7 billones de dólares (11 billones de euros).
En este sentido, los analistas del IIF advierten de que el movimiento simultaneo de varios de los principales bancos centrales hacia cierto endurecimiento de sus políticas monetarias por primera vez en una década puede lastrar la capacidad de hacer frente al servicio de sus obligaciones en el caso de emisores soberanos altamente endeudados.
"Los tipos más altos representan una particular fuente de preocupación para aquellos que han experimentado un profundo deterioro de sus dinámicas recaudatorias, incluyendo Reino Unido, Japón, EEUU y Brasil", señalan los expertos.
De hecho, el IIF advierte de que en el caso de que otros países emulen las rebajas fiscales implementadas por EEUU "esto podría suponer una presión añadida sobre la deuda y la sostenibilidad fiscal".