El Banco Central Europeo acabará con la compra de activos a finales de este año
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha asegurado que los tipos de interés se mantendrán en sus niveles actuales "por lo menos hasta el verano de 2019", o incluso más tiempo si fuera necesario para garantizar que la inflación en la zona euro se sitúa por debajo o cerca del 2%. Así lo ha expresado en una conferencia dada este lunes en el Parlamento Europeo.
"Somos los responsables de garantizar la estabilidad de precios para los 340 millones de personas de la zona euro que usan esta moneda y toman decisiones económicas todos los días", ha dicho Draghi dirigiéndose a los miembros del Comité de Asuntos Económicos y Monetarios presentes en Bruselas.
En cuanto a las compras de activos, Draghi ha recordado que "probablemente finalizarán después de diciembre de 2018", después de que en la última reunión, el Consejo de Gobierno de la entidad decidiera reducir el ritmo mensual de compras de activos netos a 15.000 millones de euros desde octubre hasta fin de año. "Esto no significa que nuestra política monetaria dejará de ser acomodaticia", ha destacado, ya que "para que las expectativas de inflación se materialicen, debemos ser pacientes, prudentes y persistentes en la postura de la política monetaria".
"Para que las expectativas de inflación se materialicen, debemos ser pacientes, prudentes y persistentes en la postura de la política monetaria"
El BCE espera un "crecimiento continuado y amplio de la economía de la zona euro". Tras una revisión a la baja para este año y el que viene, "principalmente como resultado de un comercio mundial más débil", las últimas proyecciones macroeconómicas de la entidad prevén que la inflación sea del 2% en 2018 y se reduzca hasta el 1,8% y 1,7% en 2019 y 2020, respectivamente.
"Nuestras medidas de política monetaria han contribuido de manera sustancial a la evolución económica positiva en la zona euro", considera Draghi, quien ha asegurado que "si consideramos todas las medidas de política adoptadas desde mediados de 2014, las estimaciones muestran que el impacto global en el crecimiento del PIB real y la inflación de la zona euro es, en ambos casos, aproximadamente de 1,9 puntos porcentuales acumulativos entre 2016 y 2020".
El presidente del BCE ha recordado que en el segundo trimestre de 2018, la economía de la zona euro creció un 0,4%, lo que "confirma una amplia expansión" pese a una "cierta moderación tras el fuerte crecimiento del rendimiento en 2017". Esto se debe a la mejora del mercado laboral y a que los ingresos de los hogares están creciendo actualmente en las tasas más altas observadas en los últimos diez años, ha explicado.
Precisamente, hace una década que "la zona euro entró en una grave recesión". Una crisis que "expuso las debilidades estructurales y nos obligó a abordarlas". "El trabajo aún no ha terminado, pero estamos cosechando los beneficios de nuestros esfuerzos: el crecimiento ha sido positivo durante más de cinco años y la tasa de desempleo está en su nivel más bajo desde noviembre de 2008", ha afirmado Draghi.
Por ello, para finalizar su discurso, ha destacado la importancia de un un marco regulatorio sólido que, "lejos de dañar el crecimiento", es "esencial para garantizar un sólido desempeño económico a largo plazo". "Hoy, diez años desde el comienzo de la crisis financiera, todavía hay importantes asuntos pendientes cuando se trata de mejorar el marco legislativo financiero de la Unión Europea".