La alta demanda en otros bienes de lujo y el desplome en mercados como India o China, claves
El mercado del diamante esta afrontando una crisis de gran dimensión que ponen en grave tela de juicio su futuro. Las acciones de las compañías que se dedican a la explotación de minas bajan año tras año y los precios han seguido el mismo camino al devaluarse hasta niveles de 2006. ¿Las causas? un giro en la tendencia de gastos de la sociedad a nivel mundial hacia otros complementos como zapatos o bolsos o un desplome en la demanda de países que hasta ahora han sido importantes para este mercado, como la India o China entre otras.
El intenso brillo que posee un diamante en bruto ya no lo tiene el mercado de esta piedra. Y es que, la industria esta atravesando una serie de obstáculos que le están conduciendo a un claro escenario de recesión. La demanda de la piedra preciosa está estancada y el precio en caída constante, lo que ha llevado a que numerosas empresas hayan tenido incluso que llegar al extremo de cerrar minas. Como si de una montaña rusa se tratase, mientras el precio de la piedra preciosa ha bajado, el de los bolsos o zapatos ha subido, incluso por encima de la inflación.
En términos cuantitativos las empresas muestran unos claros síntomas de debilitamiento. En la primera mitad de 2019, la producción de diamantes ha caído un 4% a nivel mundial. Asimismo, las empresas más influyentes del sector como De Beers, ha pasado de poseer el 95% de la producción mundial del mercado, a ver como sus beneficios caen un 30% y son 500 millones menores que en los tres años anteriores. El precio medio del quilate sigue la misma tónica y ha caído un 7%.
El análisis sobre las causas de la bajada en los números de esta industria que era tan rentable en tiempos de antaño tiene varias perspectivas. La razón más inmediata, es que ha habido un claro giro en la tendencia de gastos que tiene la sociedad. Y es que, la tendencia más recurrente en los últimos tiempos reside en gastar más en productos electrónicos de alta gama, gastronomía o vacaciones, en lugar de joyas o diamantes. Esta tendencia en el gasto ha generado que no se destine tanto dinero en la piedra preciosa y que la sociedad la perciba como un bien más usual. Esta sensación se ve reforzada en un informe de 'Bloomberg', que afirma que el diamante es el objeto más común en los hogares estadounidenses por detrás de la televisión. Consecuentemente, que en un país tan trascendental en la compra de diamantes mundial (cubre el 50% de la demanda) se haya visto tan reducida su excepcionalidad, ha propiciado que el mercado de diamantes se encuentre entre la espada y la pared.
En segundo lugar, el exceso de piedras y materias primas han tenido un efecto directo en los costes del diamante y en que las ventas se vean disminuidas. El mercado se encuentra saturado de piedras pequeñas y materias primas. La sobreabundancia de materias primas, ha generado que el precio de las piedras preciosas se desplome (al ser sencillas de conseguir) arrastrando a que el precio de venta que fijan las empresas sea menor. Asimismo y en relación con la exepcionalidad que ha perdido el diamante, las nuevas tecnologías han permitido encontrar grandes diamantes más fácilmente y que pierdan el atributo de ser especiales.
Por último, entre otras de las razones que han debilitado la industria, se encuentran la baja demanda y los problemas de financiación de las empresas que trabajan con diamantes. India y China eran grandes e influyentes compradores del mercado de diamantes y en los últimos tiempos han disminuido su demanda considerablemente. Al mismo tiempo, los malos préstamos y fraudes que han sufrido los bancos han afectado en el endurecimiento de los márgenes que otorgan los bancos y que sea más complicado financiarse para las empresas que se dedican a la explotación de minas de diamantes.
DE BEERS, EMPRESA DOMINANTE, EN LA CUERDA FLOJA
La empresa con sede en Johannesburgo, es conocida como el líder del mercado de diamantes teniendo una cuota de mercado dominante en el último siglo. La compañía vendía diamantes en bruto a clientes muy selectos e incluso tenía filiales que le aseguraban el suministro de piedras.
No obstante, ni De Beers ha conseguido sobrevivir a la ola que está conduciendo a este mercado a la recesión. Y es que, además de verse reducidos ampliamente sus beneficios, ha llegado a decir a sus compradores del mercado que pueden negarse a comprar la mitad de las piedras, con el fin de aliviar la crisis presente en la firma. Asimismo, el debilitamiento del mercado les ha llevado a adoptar políticas internas como destinar gran parte del dinero en marketing y en concienciar a la sociedad en que los diamantes no generan conflictos, ni reducen los derechos humanos.
Se pueden efectuar diversas lecturas sobre la situación. Sin ir más lejos hay expertos que opinan que se podría estar generando una burbuja en torno al sector. “Lo que está ocurriendo en la industria del diamante tiene una estrecha relación con lo que sucedió en la crisis de las hipotecas 'subprime' en 2007”, argumenta Standard Chartered Bank.