Las autoridades chinas recurrirán en mayor medida al gasto público para impulsar el crecimiento
El endeudamiento del sector público chino, compuesto por Gobierno y empresas estatales, alcanzará el 149% del PIB a finales de la presente década como consecuencia de la mayor apuesta por el gasto de las autoridades y la moderación del esfuerzo de desapalancamiento como respuesta al impacto sobre la evolución económica de la escalada de tensiones comerciales, según advierte la agencia de calificación Moody's.
La agencia señala que, si bien se mantienen los objetivos a largo plazo de reducción de la deuda y del riesgo, en las circunstancias actuales las autoridades chinas probablemente recurrirán en mayor medida al gasto público para impulsar el crecimiento.
Las presiones sobre el crecimiento han llevado a las autoridades chinas a ajustar el ritmo de desapalancamiento de la economía y de la reducción de los riesgos en el sector financiero. De hecho, el Banco Popular de China recortó la ratio de reservas obligatorias en julio y octubre con el objetivo de mantener un nivel elevado de liquidez y relajar las condiciones de crédito para respaldar el crecimiento, mientras que el Gobierno ha anunciado medidas adicionales de expansión fiscal.
En el caso de las empresas estatales, el debilitamiento macroeconómico dificultará a estas su desapalancamiento, según Moody's, que estima en una horquilla de entre el 25% y el 30% del PIB los pasivos contingentes para el Gobierno de estas compañías públicas.
"En consecuencia, esperamos que el apalancamiento del conjunto de la economía se incremente más en un contexto de creciente presión a la baja", señala Martin Petch, vicepresidente senior de crédito de Moody's, añadiendo que la agencia estima que la deuda pública "subirá hacia el 149% del PIB al final de la década, lo que supone unos 15 puntos porcentuales más que en 2017".