El euro prácticamente plano, muestra resiliencia ante el debilitamiento de los datos
El dólar ha seguido prolongando sus ganancias, por segundo día consecutivo, especialmente contra el yen y la libra, apuntalado por el auge del rendimiento de la renta fija estadounidense que “vuelve a correlacionarse con el dólar/yen”, indica Kathy Lien, analista de BK Asset Management. El euro, no obstante, mantiene el pulso a su rival estadounidense y se muestra prácticamente plano, en los 1,2380 dólares. La otra gran protagonista vuelve a ser la libra, que prolonga su caída por segundo día consecutivo.
El ‘billete verde’ se cambia de manos en los 107,50 yenes, aunque los expertos alertan que el interés en la divisa estadounidense es limitado, teniendo en cuenta que el bono a 10 años se ha disparado 5 puntos básicos en la pasada madrugada. Con todo, el avance -que ha sido el mayor en un día desde el 2 de marzo- ha llevado al índice que mide el desempeño de la divisa estadounidense cerca de los máximos de un mes, en los 89,633 puntos.
La moneda de EEUU revirtió las caídas de principios de semana después de que el Secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, saliera al paso de los últimos tuits del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre manipulación de divisas de los socios comerciales de EEUU. Y el dólar no dejó escapar la oportunidad de protagonizar un merecido rally cuando aclaró que eran "disparos de advertencia".
Favorable para el dólar también ha sido la publicación del libro beige de la Fed, que a pesar de que ha mostrado las preocupaciones de la Reserva Federal de EEUU por el proteccionismo, en global su lectura es “positiva”, asegura Lien. “Los distritos de la Fed citaron más presiones de precios, actividad inmobiliaria, crecimiento de los préstamos, aumentos del gasto de los consumidores, mercados laborales ajustados y una expansión de la actividad en general modesta a moderada”, resume la experta.
La analista deja notar su sorpresa porque el euro haya sido de las pocas monedas que haya aguantado el tirón del dólar. “Su capacidad de recuperación frente a los datos más débiles es impresionante”. También explica la analista de la firma de inversión de Nueva York que “se ha beneficiado de la decisión de Irán de dejar de usar dólares estadounidenses para las transacciones”.
LA LIBRA, PENDIENTE DEL BOE
La actualidad pasa inevitablemente por la libra. La inesperada caída del dato de inflación en marzo, del 2,7% al 2,5% ha provocado que la moneda mantenga su reciente declive hasta un nuevo mínimo de cuatro días alcanzado el miércoles, en los 1,4173 dólares. Frente el euro, se ha depreciado hasta las 0,87 libras.
La debilidad de los datos siembra dudas sobre los pasos a seguir por el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) en la senda de la normalización monetaria. “La libra ha caído contra el dólar, no porque se haya cuestionado un inminente aumento de interés en mayo -esto parece ahora casi seguro- sino más bien porque los datos de hoy arrojan dudas sobre la probabilidad de un nuevo aumento de tasas en noviembre", señala Jake Trask, de OFX.
Lien asegura que el dato de ventas minoristas, que también ha decepcionado al mercado, firma "el certificado de defunción del reciente rally" que llevó a la moneda británica a coronar máximos desde la votación del Brexit esta semana en los 1,4270 dólares.
EL EURO, A PUNTO DE ALCANZAR LOS 1,20 FRANCOS
En las últimas horas, el euro ha logrado también otro hito: prolongar su escalada contra el franco suizo hasta niveles cercanos al antiguo suelo cambiario del Banco Central de Suiza para el euro/franco suizo en los 1,20 dólares. Desde que el banco central abandonó el tipo de cambio de referencia, en enero de 2015, en un movimiento que provocó una carnicería entre los brokers de divisas, la moneda suiza no había vuelto a depreciarse hasta estos niveles.
La divisa del país helvético se disparó hasta máximos históricos en aquel momento, cuando tocó los 0,9651 francos, pero ha ido cediendo terreno de forma constante durante los últimos tres años. No obstante, según analistas consultados, la reciente crisis geopolítica ha jugado en contra del franco suizo, ya que ha perdido parte de su papel de activo refugio en favor del euro, que ha sido la apuesta favorita de los inversores.
Las sanciones de Estados Unidos a Rusia, podría haber perjudicado inversiones en Suiza, lo que podría haber marcado la diferencia en esta ocasión, explica Marshall Gittler de ACLS Global. Además, los cortos netos en la moneda suiza han estado presentes durante algún un tiempo, pero el hecho de que no hayan aumentado agresivamente, sugiere que todavía podría haber más recorrido a la baja para el franco suizo, asegura Gittler.
Por otra parte, las sanciones de Estados Unidos a Rusia, podría haber perjudicado inversiones en Suiza, lo que podría haber marcado la diferencia en esta ocasión, explica Marshall Gittler de ACLS Global. Además, los cortos netos en la moneda suiza han estado presentes durante algún un tiempo, pero el hecho de que no hayan aumentado agresivamente, sugiere que todavía podría haber más recorrido a la baja para el franco suizo, asegura Gittler.
Por si esto fuera poco, en una reciente intervención, el presidente del Banco Nacional de Suiza, Thomas Jordan, dejó claro que la entidad no tiene sobre la mesa eliminar su política monetaria ultra-flexible por el momento. “No queremos provocar una apreciación del franco suizo”, señaló Jordan.
Ante este panorama, los expertos de Danske Bank prevén que el franco suizo se deprecie a 1,21 unidades contra el dólar en el plazo de los próximos seis meses. Y van más allá, “prevemos que se negocie en los 1,23 francos contra el euro a doce meses vista”.