El crecimiento sigue débil en medio de las persistentes dificultades del sector manufacturero
El crecimiento económico de la zona euro sigue siendo débil. Así lo muestra el índice PMI de agosto, que achaca esta desaceleración a las persistentes dificultades en el sector manufacturero, que se suma a una caída de la positividad entre las firmas de la zona de la moneda única.
Según el indicador, elaborado por la consultora Markit, la reciente desaceleración del crecimiento económico de la zona euro continuó en agosto. El PMI de actividad total de la eurozona se situó en el octavo mes del año en 51,8, lo que representa un incremento frente a la mínima de tres meses registrada en julio (51,5), pero que de todos modos sigue siendo una de las lecturas más débiles de los seis últimos años.
La tendencia reciente en la que el crecimiento del sector servicios compensó un declive en el sector manufacturero se ha repetido a mediados del tercer trimestre. Sin embargo, en agosto se ha observado una caída de la positividad entre las firmas de la zona euro y, en consecuencia, las empresas manifestaron más cautela a la hora de contratar personal adicional.
En agosto se ha observado una caída de la positividad entre las firmas de la zona euro
Aunque la diferencia entre los resultados arrojados por el sector manufacturero y el sector servicios se ha estrechado ligeramente frente al mes anterior, sigue siendo amplia. Mientras que la actividad empresarial en el sector servicios siguió aumentando a un ritmo sólido y ha registrado crecimiento en Alemania, Francia y en el resto de la zona euro en su conjunto, la producción manufacturera decreció por séptimo mes consecutivo, a pesar de que la tasa de reducción fue menor que la de julio. Mientras que Francia indicó un crecimiento de la producción, se observaron caídas en Alemania y fuera de "los dos países principales".
La desaceleración económica mundial atenuó la positividad, lo que ha afectado al optimismo empresarial, que respecto a las perspectivas para la actividad durante los próximos doce meses ha registrado una caída considerable en agosto. El sentimiento decayó hasta mínimos de mayo de 2013, y se debilitó tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios. Se registró un leve optimismo en Francia y el resto de la zona euro en su conjunto, mientras que las firmas alemanas expresaron pesimismo respecto de las perspectivas para la actividad empresarial futura por primera vez en casi cinco años.
Esta reducción de la positividad supuso una mayor cautela en torno a la contratación a mediados del tercer trimestre. La tasa de creación de empleo fue modesta, descendiendo frente a la de julio hasta registrar su mínima desde abril de 2016. La creación de empleo en el sector servicios se ha atenuado, mientras que el sector manufacturero ha indicado recortes de empleo por cuarto mes consecutivo.
Parece que las empresas se "preparan para un periodo de continua debilidad"
FRANCIA Y ALEMANIA
Por países, mientras que el crecimiento de la actividad total en Alemania aumentó ligeramente en agosto, se han observado indicios alarmantes en el ámbito de los nuevos pedidos, puesto que los volúmenes de pedidos recibidos se redujeron al ritmo más intenso desde abril de 2013. El sentimiento negativo reinante entre las empresas de la economía más importante de la zona euro fue resaltado por el pesimismo más marcado del sector manufacturero alemán en la historia de la serie, que ya lleva más de siete años.
Por su parte, Francia arrojó mejores resultados, puesto que se han observado expansiones sólidas de la actividad total y de los nuevos pedidos gracias a que el sector manufacturero regresó al crecimiento, uniéndose al sector servicios en territorio de expansión. En el resto de la zona euro en su conjunto se han observado pocos cambios en agosto, debido a que una sólida expansión en el sector servicios contrarrestó la caída de la producción manufacturera.
"La dinámica de la economía de la zona euro no ha cambiado mucho en agosto", apuntan en Markit. "La falta de un repunte rápido frente a la desaceleración económica ha afectado la confianza de las empresas encuestadas", que parece que se "preparan para un periodo de continua debilidad, y en consecuencia están mostrando mayor reticencia a contratar personal adicional".