Nomura cree que el ritmo se moderará conforme las economías europeas entren en recesión
¿Está cerca de pisar el freno el Banco Central Europeo (BCE)? Eso parece creer el mercado tras la última decisión de política monetaria y la rueda de prensa de su presidenta, Christine Lagarde. Firmas como Pantheon Macroeconomics o Fidelity opinan que el organismo podría estar ya pivotando hacia un incremento más lento de los tipos de interés, por lo que un buen número de inversores consideran que la próxima alza será de 50 puntos básicos… pero no Nomura. “Tendrá que realizar otra subida de 75 puntos en diciembre”, sentencian.
“El aumento de la inflación y la mayor resistencia del crecimiento son compatibles con nuestra opinión de que el BCE tendrá que realizar otra subida de 75 puntos básicos en su reunión de diciembre”, añaden desde la firma nipona.
Y es que estos expertos creen que la subida del 0,75% el próximo mes será la última de esta magnitud “antes de adoptar un ritmo más lento de endurecimiento a partir de entonces, es decir, volver a la neutralidad, pasando de puntillas por una política más estricta”.
Este lunes, Eurostat dio a conocer que la economía europea solo había crecido un 0,2% en el tercer trimestre del año, ligeramente por encima de las previsiones de Nomura (0,1%) y de ‘Bloomberg’ (0%). Por ello, la compañía japonesa señala que “parece probable que las economías europeas entren en recesión a medida que nos acercamos al final del año”.
“La encuesta (confianza del consumidor), que muestra que el sentimiento sigue cayendo en octubre, respalda esta opinión”, añaden, “El índice de confianza general cayó de 93,6 a 92,5 en octubre, su nivel más bajo desde noviembre de 2020. Además, esta caída fue generalizada, ya que tanto la confianza industrial como la de los servicios descendieron”.
Estos datos, aseguran, indican que “parece poco probable que el crecimiento económico pueda persistir”, lo que empujara a un BCE “cada vez más dependiente de los datos y potencialmente más centrado en el crecimiento” a pivotar hacia “subidas más modestas a partir de principios de 2023”.
Además, como ya hemos dicho, la inflación no acompaña. Los precios siguen acelerándose en la eurozona y la inflación ha conquistado un nuevo máximo histórico en octubre. Según la estimación publicada por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se elevó hasta el 10,7%, con los precios de la energía y de los alimentos tirando al alza. La inflación subyacente, es decir, eliminando el impacto de alimentos y energía, ha avanzado dos décimas hasta el 5%.
“La gran noticia es el enorme salto en el IPC italiano, que ha pasado del 8,9% en septiembre a cerca del 11,9%. Las expectativas del consenso eran de algo menos del 10”, detallan desde Nomura, al tiempo que indican que “el hecho de que la inflación italiana sea la más alta de los cuatro grandes de la zona del euro también dificultará el crecimiento en relación con su grupo de referencia”. Asimismo, el IPC francés se situó en el 7,1 %, casi un punto porcentual más, mientras que el IPC alemán repuntó hasta el 10,4%, unas cuatro décimas más que en septiembre.
“La tónica general, con algunas excepciones, parece ser una inflación más fuerte y un crecimiento más resistente en toda Europa, lo que favorece nuestra opinión de que el BCE subirá otros 75 puntos básicos en diciembre”, reiteran.
A la tesis de Nomura se suma también Pantheon Macroeconomics, quienes destacan que la última lectura de inflación de la eurozona es “una pesadilla de Halloween” para el Banco Central Europeo.
“Cuando el BCE dijo la semana pasada que había hecho “avances sustanciales en la retirada de la política monetaria”, nos sentimos satisfechos con nuestra previsión de que el BCE subirá los tipos sólo 50 puntos básicos en diciembre y los mercados, también. Sin embargo, el informe de inflación y los datos adelantados del PIB han echado un jarro de agua fría sobre el pivote de política en Frankfurt”, explican los expertos de la firma británica.
Estos analistas destacan que, según sus modelos, los precios siguen subiendo más rápidamente que su media a largo plazo y que, a menos que los precios de los productos básicos cambien “drásticamente” en el próximo mes, la inflación subyacente se mantendrá en el 5% en noviembre.
“Y lo que es más importante, nuestras nuevas previsiones sugieren que la inflación subyacente de la zona euro se mantendrá por encima del 4% durante el primer trimestre de 2023”, añaden, al tiempo que advierten de una “dolorosamente lenta caída” de la inflación subyacente. Según sus estimaciones, este indicador se situará en una media del 3,4% el próximo año.
En este sentido, Pantheon Macroeconomics eleva sus previsiones de inflación general para 2022 y 2023 hasta el 8,5% y el 4,8%, respectivamente. Esto, reconocen implica que “la inflación de la zona euro se mantendrá en el 10%, o más” durante el cuarto trimestre.
Con todo, estos expertos abren una puerta al optimismo. “Reconocemos que este ajuste no grita exactamente “pivote del BCE”, pero nuestras cifras siguen estando por debajo de las previsiones de septiembre del banco central”, explican, “Seguimos pensando que es probable una subida de 50 puntos básicos en diciembre, dados los comentarios de Lagarde de la semana pasada, pero es una decisión muy ajustada”. La cuestión, apuntan, se resolverá una vez que veamos los datos de inflación de noviembre.