La reunión de los ministros de Finanzas del euro empieza este sábado a las 14:00 horas
Después de meses de negociaciones, Grecia parece estar ante su última oportunidad para impedir el default al FMI. El Eurogrupo vuelve a juntarse con urgencia para tratar un posible acuerdo con el Gobierno de Tsipras y desbloquear así el rescate de 7.200 millones de euros.
Cuarta reunión de la semana y sexta ya en apenas 15 días del Eurogrupo. Trabajo intenso de los ministros de Finanzas de la zona euro para lograr un acuerdo en torno a la problemática griega y evitar la suspensión de pagos en Grecia.
Este viernes, unas horas antes de la decisiva cumbre en Bruselas, ha trascendido que los acreedores están dispuestos en ampliar el rescate durante cinco meses. Sería un acuerdo de mínimos e 'in extremis' para salvar la situación y continuar las negociaciones hasta noviembre en busca de una solución duradera. De esta forma, Grecia lograría pagar los 1.560 millones de euros que debe desembolsar al Fondo Monetario Internacional (FMI) el próximo 30 de junio.
No obstante, el Eurogrupo tendría que llegar a un pacto para que esto sea posible. Y por ahora persisten diferencias notables entre las partes. El Ejecutivo de Alexis Tsipras accedió por fin a traspasar sus líneas rojas con la propuesta enviada el lunes a Bruselas, que gustó a los ministros aunque al final la han considerado insuficiente.
Este jueves hubo dos propuestas encima de la mesa, una de Grecia y otra de las instituciones. La reunión finalizó sin acuerdo y los ministros se citaron para el sábado. La canciller alemana, Angela Merkel, pidió que hubiera un pacto entre los ministros antes del lunes. De hecho, este viernes ha reconocido que no hay un plan B en caso de que haya suspensión de pagos y se desencadene un proceso caótico en torno a la economía griega.
Merkel está en una posición compleja. Públicamente ha protagonizado muestras de querer impulsar el pacto. Sin embargo, su ministro de Finanzas, el demócrata cristiano Wolfgang Schäuble, no ha ocultado sus reticencias a cualquier cesión desde Europa. La lealtad de Schäuble a Merkel está siendo cuestionada por Grecia, como también el liderazgo de la canciller tanto en Alemania como en Europa. The New York Times recuerda que tras 10 años en el poder en Berlín y liderando el proyecto europeo, todo esto podría quedar en entredicho si la situación en torno a Grecia se vuelve insostenible y hay un impacto en la zona euro.
Lea también: Tsipras asegura que seguirá dando batalla: rechaza 'chantajes' y 'ultimátums' de Europa
LOS DESACUERDOS ENTRE GRECIA Y SUS ACREEDORES
Las posturas están más cerca ahora que hace un mes, según lo que trasciende de las negociaciones, pero siguen habiendo diferencias notables. En pensiones, Grecia propone endurecer las prejubilaciones y retrasar progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años en 2025, lo que supondría un ahorro inmediato de 360 millones de euros, en torno al 0,37% del PIB, y que aumentaría hasta el 2% en 2016, al 3% en 2017 y hasta el 3,5% en 2018.
Sin embargo, las instituciones piden más y recuerdan que Grecia es el país que más gasta en pensiones de la zona euro, con un 16,2% del PIB al año, lejos del 11,8% de España, del 10% de Alemania o, en el otro extremo, el 6,9% de Holanda.
El equipo de Tsipras también aceptó franquear la línea roja que había marcado inicialmente con el IVA. Nuevamente, la propuesta de tres gravámenes para el impuesto al consumo en el 23%, el 13% y en el 6% ha sido aplaudida inicialmente pero calificada como insuficiente después. Las instituciones quieren un mayor esfuerzo en este sentido, mientras que Tsipras quiere evitarlo.
Otro punto de fricción está en la reestructuración de la deuda. La deuda soberana emitida por Grecia alcanzó el 177% del PIB al terminar 2014. Tsipras quiere que el plan que se acuerde con los acreedores incluya una reestructuración, pero varios países de la zona euro ni quieren oír hablar de ello. “La deuda es sostenible y se puede pagar”, sentenció esta semana Merkel.
Por último, el gasto militar también está en la mesa de negociación. Con un ejército de más de 100.000 soldados (10 militares por cada 1.000 habitantes), Grecia es uno de los países que más gastan en defensa ante la amenaza turca en la isla de Chipre, en una especie de guerra fría con Turquía desde hace varias décadas. Desde Bruselas se pide un recorte importante en este concepto, mientras que Tsipras es reticente. Según recopila Público, se da la paradoja que Grecia debe facturas de unos 4.000 millones de euros a Alemania y otros 3.000 millones a Francia en material militar. Sin embargo, Europa pide que recorte el gasto armamentístico en al menos 400 millones al año, y la última concesión de Grecia ha estado en 200 millones.
Por si lo anterior no fuera suficiente, el FMI también tiene sus desaprobaciones en torno a las propuestas griegas. Tsipras propuso incrementar la recaudación fiscal a partir de una mayor carga de impuestos sobre las empresas y las familias de clase media y alta. Sin embargo, la institución que dirige Christine Lagarde considera que la economía helena está ya demasiado gravada, y que perjudicaría al crecimiento y, a su vez, dificultaría pagar la deuda a medio y largo plazo.
DECLARACIONES TENSAS
A nivel político continúa el intercambio de acusaciones entre Grecia y sus acreedores, que podría dificultar el acuerdo. La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido al primer ministro griego, Alexis Tsipras, que acepte la oferta "extraordinariamente generosa" de los acreedores y éste ha rechazado "chantajes" y "ultimátums" de la Unión Europea, informa Europa Press.
A su vez, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha replicado a Tsipras que es un "hecho objetivo" que se acerca el "final de partida" por la cercanía del 30 de junio. "Es el tiempo el que impone la presión, no los líderes, el Eurogrupo o las instituciones (de la troika)", ha dicho.
Precisamente Tusk y Tsipras protagonizaron un cruce tenso de declaraciones. Tusk habló de 'game over' para Grecia, algo que molestó al primer ministro heleno. “Grecia tiene 1,5 millones de desempleados, tres millones de pobres y miles de familias viven sin ingresos. No es un juego”.
"Hay una posibilidad real de concluir un acuerdo", sostiene por su parte el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. "Todo el mundo debe saber que mañana (por el sábado) es un día crucial no sólo para Grecia sino también para la eurozona en su conjunto. Soy bastante optimista pero no excesivamente optimista", ha dicho.
Si no hay acuerdo este sábado, los países de la eurozona se plantean acelerar los preparativos para gestionar la posible suspensión de pagos de Atenas. De hecho, el primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo durante el Consejo Europeo que sólo se convocaría una nueva cumbre del euro para discutir sobre los pasos a seguir en un escenario de este tipo.
Lee además:
No hay acuerdo sobre Grecia, pero las bolsas europeas no se desploman, ¿por qué?
El BCE mantiene sin cambios la ventana de liquidez para los bancos griegos
Atentos: el posible impago de Grecia al FMI o al BCE no sería considerado un default