Abogan por asegurar el bienestar de los actuales pensionistas y garantizar futuras pensiones dignas
Que el envejecimiento de la población es un problema que afecta de manera global a las pensiones públicas es algo que ya se ha planteado en más de una ocasión. Desde Crédit Suisse consideran que los sistemas de pensiones son demasiado rígidos y que fijar una edad a partir de la cual jubilarse puede ser un error, con lo que advierten del retiro anticipado. Una cuestión en la que España se sitúa a la cabeza, ya que solo un 2% de los mayores de 65 años trabaja.
A cierre de 2018, España era el país con la participación laboral más baja de trabajadores de 65 años o más: un 2,1%. Es el dato de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que recoge el informe presentado en el WEF de Davos y en el que se invita a la reevaluar urgentemente las pensiones y jubilaciones de cara a sociedades que envejecen.
"Tarde o temprano, los gobiernos de todo el mundo tendrán que abordar las cuestiones relacionadas con el envejecimiento de las sociedades: cómo garantizar la seguridad financiera para un número creciente de jubilados y cómo establecer un sistema de pensiones sostenible para las generaciones futuras", señala Crédit Suisse.
Sin embargo, consideran como algo "desafortunado" que los responsables políticos tengan que enfrentarse cada vez más a la oposición para llevar a cabo la reforma de los sistemas de pensiones. Esto lleva a que muchos países "retrasen el debate sobre los ajustes necesarios para resolver esta crisis inminente. Sin embargo, cuanto más se demore, más difícil será revertir las consecuencias negativas".
Con el objetivo de abordar el desafío demográfico, la entidad cree que hay que poner en marcha una variedad de palancas que no incluyan solo medidas reguladoras como puede ser el aumento de la edad de jubilación. Abogan por introducir una comprensión diferente de la edad como un indicador multidimensional. Esto es, que la edad biológica no se corresponde ya con la edad cronológica, y que las necesidades de una sociedad actual no tienen nada que ver con la de finales del siglo XIX, cuando comenzaron a ponerse en marcha los sistemas de pensiones. "Basar la edad normal de jubilación en un umbral universal y rígido no estaría a la altura de la multidimensionalidad de la edad y posiblemente causaría desigualdad entre trabajadores sanos y menos sanos", explican los autores del informe.
Así, entre las medidas que proponen para contribuir a la sostenibilidad de las pensiones, Crédit Suisse destaca la de obligar a los trabajadores a aumentar su contribución para la jubilación, subir los impuestos y explicar la necesidad de cobrar menos pensión que las generaciones anteriores, además de retrasar la edad de jubilación. Sin embargo, reconocen que mantener en activo a los trabajadores de más edad es costoso, o al menos más de lo que supone la mano de obra más joven. Reducir ese coste es, precisamente, uno de los problemas aún no resuelto.
Entre los aspectos que también hay que solucionar señalan el aumento de empleados con contratos flexibles, no fijos, temporales o de media jornada, muy extendidos en los últimos años y que tienen más dificultades para asegurarse pensiones dignas. Además, ante las afirmaciones que dicen que prolongar la edad de jubilación puede dificultar la entrada de los jóvenes al mercado de trabajo, Credit Suisse considera que no es causa suficiente para el elevado paro juvenil, donde pesan más otras cuestiones como la educación y las dificultades para encontrar mano de obra especializada entre este sector de la población.