Se reducirá la renta de los hogares y aumentará la base de costes de la industria, avisan los expertos
Hay varios temas importantes ahora mismo sobre la mesa en los mercados, pero hay uno especialmente relevante por las impresionantes ramificaciones que tiene, que podrían incluso acabar con la recuperación económica. Es la crisis energética que ya está viviendo Europa y que también está golpeando a otros países... y que amenaza con ir a mucho más a medida que llega el mal tiempo.
La situación parece haber pillado a los líderes europeos desprevenidos, sin planes de reacción consensuados y con una política monetaria que no contaba con este elemento 'sorpresa' y que se niega a admitir que todo esto sea más que "temporal".
La subida de los precios del gas y la electricidad en Europa durante los últimos meses ha llevado a los precios de la energía a un máximo histórico en agosto, lo que ha amplificado el repunte de la inflación y ha hecho que la tasa general del cuarto trimestre de 2021 se acerque al 4%. Los expertos avisan de que, por mucho que algunos países (incluso España) hayan tomado medidas concretas para intentar atajar la situación, no se evitará que impacte en la recuperación.
"Un otoño ventoso y lluvioso podría en parte cambiar la suerte rápidamente. Sin embargo, lo contrario agravaría los riesgos de abastecimiento energético"
"Esto reducirá la renta disponible de los hogares, aumentará la base de costes de la industria y posiblemente acelerará la retirada de los estímulos por parte del BCE el próximo año", afirman desde Oxford Economics.
Los países del Viejo Continente dependen cada vez más del gas para satisfacer sus necesidades energéticas a medida que abandonan los combustibles nocivos y optan por fuentes de energía más respetuosas con el medio ambiente. Sin embargo, no hay suficiente gas para satisfacer la creciente demanda. Por ello, intentan asegurarse el suministro incluso a precios más altos, mientras que los países productores, como Rusia, no están dispuestos a exportar con el invierno a las puertas y lo almacenan para satisfacer su propia demanda interna.
"Es probable que las restricciones del suministro de gas tengan ramificaciones en las industrias europeas, con posibles efectos indirectos en otras partes del mundo. Los gobiernos ya han advertido de posibles apagones e interrupciones en las fábricas. Asimismo, la producción de otras fuentes de energía, como los aerogeneradores, ha disminuido considerablemente debido al clima más tranquilo, y las centrales nucleares se están reduciendo, lo que hace que el gas sea aún más importante para la región", detalla Neil Wilson, director de análisis de Markets.com
"Los precios del petróleo suben a nuevos máximos de varios años, Europa se enfrenta a precios récord del gas natural y la electricidad, Reino Unido sufre escasez de combustible en sus estaciones de servicio y China ve cómo se producen cortes de electricidad y cierres forzosos de fábricas", enumera Julius Baer, para quien los "motores fundamentales" de esta crisis están interrelacionados.
"El rápido repunte de la industria manufacturera desde los mínimos de la crisis económica del año pasado sobrecargó las complejas y lentas cadenas de suministro de energía. Además, las condiciones meteorológicas menos predecibles y los imprevistos políticos traen consigo interrupciones selectivas, todo lo cual se suma, en última instancia, a una dinámica que se refuerza a sí misma y que alimenta los precios de la energía", detallan.
Eso sí, en opinión del banco suizo, el complejo escenario energético europeo se ha convertido en "el indicador de la fiebre energética mundial", debido a sus mercados de gas, carbón, emisiones y electricidad, estrechamente interconectados, así como por su dependencia de las importaciones de gas natural y carbón.
La situación con la energía es a día de hoy un problema más relevante para China que la crisis de Evergrande que tan preocupado tiene también al mercado, según los economistas de Pantheon Economics.
"La crisis energética tendrá un mayor impacto a corto plazo que la promotora" en la actividad económica china, reconocen, mientras hacen hincapié en la grave situación que también enfrenta el gigante asiático y que es un elemento más que les llevará a recortar sus previsiones de PIB. Cabe recordar que Goldman Sachs y Nomura hicieron este lunes lo propio con las estimaciones de crecimiento de China para este año.
Nueve provincias chinas han recibido la orden de reducir el consumo de energía después de sobrepasar los objetivos en el primer semestre. En conjunto, estas provincias representan el 40% del valor añadido de la industria china y el 35% del PIB. Para empeorar las cosas, otras cinco provincias se ven obligadas a racionar la electricidad.
Según Julius Baer, lo que está ocurriendo en China difiere en parte de lo que se ve en Europa. Así, explica que varios observadores del mercado sugieren que los cortes de electricidad y las interrupciones de la producción en China podrían ser consecuencia de que las centrales eléctricas reduzcan sus operaciones para disminuir las pérdidas cuando los costes del combustible superan las tarifas reguladas. Otra explicación es que las provincias recortan el uso de la energía para cumplir los objetivos energéticos y de emisiones del gobierno central, a los que se han acercado más rápidamente de lo esperado porque el repunte económico está impulsado por la industria manufacturera más que por el sector servicios.
Varios escenarios posibles podrían resolver la crisis energética, en opinión de Julius Baer. En China, la flexibilización de las restricciones a la extracción de carbón nacional podría aliviar la escasez de oferta de carbón y dar un respiro a los precios, pero esto requeriría un retroceso temporal en la agenda medioambiental, reconocen estos expertos. Por otra parte, una reducción forzosa de la actividad de minería de criptomonedas podría liberar electricidad para actividades económicamente relevantes. "Vemos que ambas medidas están en marcha en parte", afirman desde el banco suizo.
En Europa, el suministro de gas natural noruego y ruso podría recuperarse de los cortes planificados y no planificados de este verano, lo que en parte ya está ocurriendo. En términos más generales, la generación de electricidad a partir de energías renovables podría recuperarse estacionalmente de los inusuales mínimos registrados a principios de año, tanto en Europa (eólica) como en China (hidroeléctrica).
"En general, dado que los mercados del gas natural y la electricidad responden a cambios fundamentales ya pequeños, y teniendo en cuenta el impacto que el clima y la política podrían tener en el equilibrio del mercado, seguimos viendo la crisis energética como un fenómeno efímero y transitorio. Un otoño ventoso y lluvioso podría en parte cambiar la suerte rápidamente. Sin embargo, lo contrario agravaría los riesgos de abastecimiento energético, un escenario que los precios actuales ya parecen anticipar", concluyen desde Julius Baer.