Comer ya no es lo que era: los pedidos a domicilio invaden las oficinas

Aunque muchos siguen tirando de 'tupper', cada vez más trabajadores se apuntan a pedir comida online

  • El gasto medio de los trabajadores que tienen que comer fuera de casa es de 217 euros al mes
  • A escala mundial, el mercado de comida a domicilio online alcanza los 83.000 millones de euros
Virginia Mora
Bolsamania | 22 oct, 2017 06:00
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El ajetreado ritmo laboral está afectando a la forma en la que los españoles se alimentan durante la semana. El 'tupper' no ha quedado relegado del todo y sigue estando muy presente en la rutina de los trabajadores españoles, pero cada vez son más los que optan por comer fuera, aunque eso ya no supone, necesariamente, salir de la oficina. Las nuevas formas de consumo invaden el día a día y cada vez son más los que piden comida a domicilio en su puesto de trabajo. Así afecta a la economía y al bolsillo.

La lista de empresas que se dedican a enviar comida de todo tipo a domicilio no deja de crecer

Just Eat, Glovo, UberEATS, Deliveroo, ApetEat… La lista de empresas que se dedican a enviar comida de todo tipo a domicilio no deja de crecer. Y es que este negocio se ha revelado como uno de los más prolíficos de los últimos tiempos. Sobre todo, porque ahora los españoles ya no sólo degustan los platos nacionales e internacionales que piden a través de estas aplicaciones en sus casas, sino que ha surgido una nueva tendencia, la de pedir comida a domicilio en el trabajo.

“Es un cambio que ha llegado para quedarse”, confirma Concepción del Pozo, profesora de Psicología del Consumidor en la Universitat Abat Oliba CEU y socia en la consultoría Labrand Psicología de Marcas. Según explica, las nuevas tendencias de consumo han propiciado que todo sea más fácil y que muchos prefieran “pedir comida que bajar a comer a un restaurante, que suele ser más caro”. Además, dice, usar estas aplicaciones permite “experimentar” con algunos platos o con comidas de otras culturas que quizá no se probarían de otra forma.

Los horarios imposibilitan en muchas ocasiones ir desde la oficina a casa a comer, sobre todo porque después hay que seguir trabajando, por lo que el número de los que optan por esta nueva forma de comer va en aumento. Lejos de tirar de 'tupper', que volvió con fuerza debido a la crisis y aún es usado por siete de cada diez trabajadores españoles, son muchos los que prefieren “ahorrar tiempo” de descanso y pedir algo de comer en el trabajo. Una tendencia que, según Del Pozo, también permite agilizar el tiempo que se le dedica a la comida y, por tanto, acabar antes las tareas para salir más pronto del trabajo.

Un reciente estudio elaborado por Deliveroo, empresa de reparto de comida nacida en 2013 en Londres que opera en 150 ciudades de 12 países, afirma que los pedidos a domicilio desde las oficinas se han convertido en una alternativa cada vez más popular y aumentan un 16% al mes desde que comenzó 2017. El estudio, que se basa en una encuesta realizada por la propia empresa a través de Webtools, afirma que la falta de tiempo es la que ha propiciado esta tendencia. Falta de tiempo para preparar el 'tupper' y falta de tiempo para comer, ya que un 57% de los españoles dice dedicar menos de una hora a comer de lunes a viernes.

Esa es la razón de que no puedan bajar a comer a un restaurante, y que estén optando por pedir comida a la oficina, animados además por la variedad de oferta en cuanto a tipos de comida para pedir que ofrecen estas empresas.

¿CÓMO AFECTA AL BOLSILLO?

La profesora Del Pozo remarca que pedir comida a domicilio “suele ser más barato que un menú del día en un restaurante”, lo que explica el éxito de esta tendencia. “Te permite comer lo que te apetezca, hay mayor variedad de la que suele haber en los restaurantes cercanos a las oficinas”, señala la experta, que dice además que hacer pedidos a través de estas apps permite al trabajador sentirse “como en casa, porque muchas veces puede comer viendo la televisión, y eso da sensación de mayor naturalidad”.

A ello hay que añadir el tema de la cantidad. “Ahora se come menos que antes, y muchas veces un menú, con dos platos, supone demasiada comida si después hay que seguir trabajando”, afirma la experta en psicología del consumidor, que también reconoce que los restaurantes se han dado cuenta de ello y cada vez son más los que ofrecen la posibilidad de pedir sólo medio menú. Así lo han decidido para “sortear la fuga de gente” que se está produciendo ante el nacimiento de esta nueva tendencia de pedir a domicilio desde la oficina.

Otro estudio, esta vez del servicio online ApetEat, afirma que los españoles destinan un 13,3% de su sueldo a comer fuera de casa durante la jornada laboral. Lo ha hecho basándose en datos de la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) sobre los hábitos alimenticios en el trabajo, que asegura que el gasto medio de los trabajadores que tienen que comer fuera de casa es de 217 euros al mes. Según el V Monitor Anual de Adecco sobre salarios, el sueldo medio mensual en España es de 1.636 euros. Está claro que “el momento de la comida repercute en el sueldo mensual de los trabajadores que no se llevan el 'tupper' o no tienen tiempo de regresar a casa para comer”, dice Pablo Samaranch, CEO y socio fundador de ApetEat, que opera en Madrid pero que ya está preparando su salto a otras ciudades españolas en 2018.

De los trabajadores que comen fuera, una mayoría aún se decanta por ir a un restaurante, aunque los servicios online de comida a domicilio en la oficina ganan cada vez más peso. Según datos de Nielsen, el 19% de los pedidos de comida en Internet se realizan para ser entregados directamente en el trabajo. “El principal motivo de los que prefieren pedir online es la variedad que encuentran, la comodidad y rapidez de recibir la comida en la oficina”, y también por “aprovechar el tiempo” y porque “el precio en ocasiones llega a ser más económico”, comenta Samaranch.

EL FUTURO DE LA COMIDA A DOMICILIO

Y no sólo los datos actuales son buenos, también las expectativas de futuro. Un informe publicado por Morgan Stanley en julio revela que el e-commerce de comida a domicilio ya se ha convertido en un duro competidor del sector de la restauración tradicional y que dentro de unos años ganará más peso no sólo en España, sino en todo el mundo. Las facilidades para pedir a través de este tipo de apps, unido al hecho de que las tarifas de envío son cada vez más bajas y a la gran variedad de platos disponibles, han propiciado el éxito de esta tendencia.

El e-commerce de comida a domicilio ya se ha convertido en un duro competidor del sector de la restauración tradicional

“La demanda de los consumidores de entrega de comida online está creciendo rápidamente”, dice John Glass, analista de restaurantes de Morgan Stanley en Estados Unidos. Tanto es así que cada vez más restaurantes, incluidas grandes cadenas de comida rápida, están haciendo de la entrega a domicilio parte de su estrategia de ventas. Como resultado, dice este estudio, se espera que para 2020 el 40% de las ventas totales de los restaurantes, o 220.000 millones dólares, provengan de la venta de comida online, frente a las ventas de 30.000 millones actuales.

Esas son las conclusiones de Morgan Stanley, que se basa en los últimos resultados de la encuesta AlphaWise realizada en EEUU, y que se encarga de analizar las tendencias que están impulsando este cambio, así como las implicaciones que tendrá tanto para restaurantes como para las empresas de Internet, los consumidores y los inversores. Para 2022, la entrega de comida de venta online puede suponer el 11% del mercado total, frente al 6% que representa hoy, señala también la firma de análisis, que además estima que la entrega de comida online podría crecer una media del 16% anual en los próximos cinco años. Y eso sólo en EEUU.

A escala mundial, un informe de McKinsey de noviembre revelaba que el mercado de entrega de comida a domicilio alcanza los 83.000 millones de euros, lo que supone el 1% del mercado alimenticio y el 4% de la comida que se vende en restaurantes y cadenas de comida rápida. Se trata de una tendencia que según esta firma de análisis “ha madurado en la mayoría de países”, por lo que estima que crecerá a un ritmo anual del 3,5% en los próximos cinco años.

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