En Oxford Economics esperan "una vuelta de tuerca al excepcionalismo estadounidense"
El presente año se acerca a su final, y los mercados comienzan a poner ya su atención en el nuevo curso, que promete ser movido con más recortes de tipos de interés en las principales economías mundiales y el inicio del segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos. Los analistas de Oxford Economics creen que 2025 vendrá acompañado de "una vuelta de tuerca al excepcionalismo estadounidense", y seleccionan cinco "temas clave" que moverán las bolsas.
"Se espera que la economía estadounidense supere a otras economías avanzadas el próximo año, según nuestra visión sobre el crecimiento, superior al consenso. Debajo de la superficie, cinco temas clave dominarán la narrativa a medida que avance el año", destacan.
En la firma británica consideran que "los últimos 15 años pueden caracterizarse en general como excepcionalismo estadounidense", y creen que el cambio de año no supondrá el fin de esta tendencia, que según sus previsiones "perdurará" a lo largo de 2025.
"El crecimiento del PIB per cápita de Estados Unidos fue el tercero más fuerte entre las economías avanzadas en 2023 y está llamado a estar entre los de mejor desempeño este año. Incluso dejando de lado la perspectiva de una política fiscal expansiva, el excepcionalismo estadounidense perdurará el próximo año a pesar de la mayor incertidumbre política y la volatilidad en el mercado de bonos", destacan.
Según su criterio, los principales impulsores del crecimiento en EEUU el próximo año serán "el gasto de los consumidores y la inversión empresarial en equipos, con fuertes vientos de cola para ambos".
"El crecimiento de la productividad por encima de la tendencia no es algo pasajero, ya que la inversión pasada en investigación y desarrollo y un mercado laboral ajustado seguirán apoyándolo. El crecimiento de la productividad estadounidense el próximo año superará al de la eurozona, el Reino Unido y Canadá. Junto con los avances en la fuerza laboral, el fuerte crecimiento tendencial de la productividad mantendrá elevado el crecimiento potencial del PIB a corto plazo de la economía estadounidense el próximo año", detallan.
El fuerte crecimiento de la inversión en estructuras no residenciales registrado este año, particularmente en el sector manufacturero, será "un viento de cola para el gasto en equipos el próximo año", ya que "hay un desfase de aproximadamente dos años entre un aumento en la construcción de fábricas y el impulso asociado a la inversión en equipos, aunque puede variar".
De esta manera, los analistas anticipan que "el ciclo de equipamiento seguirá siendo fuerte en 2025 y hasta 2026, ya que la inversión real en estructuras de fabricación este año va camino de ser la mayor de la era de la posguerra".
"Sin embargo, la estrecha concentración del auge de la construcción manufacturera significa que los beneficios para los proveedores de equipos no serán ampliamente compartidos. Sin embargo, hay muchos vientos de cola para el crecimiento de la inversión empresarial real en equipos, que se espera que sea un apoyo clave para el crecimiento del PIB el próximo año junto con el consumidor, que no muestra signos de apretar sus bolsillos", matizan.
El próximo año se presenta también con un fuerte componente de "dominio fiscal", que, en palabras de Oxford, "se produce cuando una cantidad suficiente de deuda y déficit públicos aumentan la inflación hasta el punto de abrumar la capacidad del banco central para mantener la inflación baja".
"El año que viene supone un giro en esta noción de dominio fiscal, ya que las políticas fiscales y comerciales de la administración Trump no dominarán la capacidad de la Reserva Federal para controlar la inflación, sino que harán que la trayectoria de la política monetaria sea menos significativa en el corto plazo. La deuda y los déficits atraerán más atención, pero las implicaciones macroeconómicas no son significativas para el próximo año, y mucho menos para el segundo mandato de Trump como presidente", comentan.
Su pronóstico supone "que la agenda fiscal de Trump es expansiva, pero las implicaciones para el crecimiento el próximo año son mínimas debido al desfase entre el momento en que la política fiscal se convierte en legislación y el momento en que impacta la economía".
Uno de los efectos que se espera de la presidencia de Trump es una caída de la inmigración, y el pronóstico de base supone que "la inmigración neta caerá de un ritmo anual de 1,1 millones a 800.000, y que las reducciones en las entradas de personas nacidas en el extranjero se producirán tan pronto como mediados de 2025".
"Se habla de deportaciones masivas, pero somos escépticos de que el tipo de deportaciones propuestas en la campaña pueda ocurrir, dados los enormes obstáculos legales y logísticos que enfrentarían, además del costo. Las preocupaciones de que una inmigración más estricta tendrá un impacto inmediato y sustancial en la oferta laboral son, en nuestra opinión, exageradas", indican.
También creen que "las políticas comerciales proteccionistas de Estados Unidos podrían provocar perturbaciones en las cadenas de suministro y repercutir en la política exterior, y ambas repercutirían en la economía".
"El enfoque de Trump hacia Oriente Medio y China-Taiwán podría tener implicaciones negativas para la economía estadounidense a través de los precios globales del petróleo y condiciones más amplias del mercado financiero que no se asumen en el escenario base", añaden.
Por último, los analistas aseguran que "la volatilidad en el mercado de bonos seguirá siendo elevada debido a la incertidumbre en materia de política fiscal, comercial y monetaria", y destacan que "ya hay algunas señales tempranas de alerta de que la volatilidad será un tema en 2025".
En este sentido, recuerdan que "la prima por plazo del Tesoro a 10 años, que compensa a los inversores por asumir el riesgo de futuras fluctuaciones de las tasas de interés, ha ido aumentando".
"Las fluctuaciones en la prima por plazo pueden hacer que las condiciones del mercado financiero se endurezcan o se relajen para cualquier postura dada de política monetaria. Esto puede aumentar la volatilidad en la economía, ya que las condiciones del mercado financiero, con el tiempo, pueden ser un apoyo o un peso para la economía, y un punto focal para el próximo año será la prima por plazo, ya que podría ser el principal impulsor de las fluctuaciones en los rendimiento del Tesoro a 10 años", concluyen.