La ministra de Empleo y Seguridad Social asegura que la recuperación es "sólida, sana y social"
Una “primavera del empleo”. Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, volvió de las vacaciones con energía. En una comparecencia en el Congreso, describió la recuperación del empleo este martes como “sólida, sana y social”. La creación de puestos de trabajo es intensa desde 2014. Sin embargo, los salarios siguen congelados y ha aumentado el peso tanto del subempleo como de la temporalidad.
La tendencia de presumir de forma desmedida de los datos del mercado laboral es generalizada en el Gobierno. De hecho, el PP comparó en Twitter la última Encuesta de Población Activa (EPA) con hitos históricos como el talento de Pablo Picasso, la caída del Muro de Berlín o la llegada del hombre a la Luna.
La tasa de paro bajó en el segundo trimestre al 17,22%, lo que supone la ratio más reducida desde el tercer trimestre desde 2009 y por debajo de la media histórica. Asimismo, el número de desempleados se situó en 3,9 millones, la cifra más baja desde 2008. La parte agregada es la positiva, aunque aún no se ha recuperado los niveles de empleo previos a la crisis y sí los del Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, hay matices en esta recuperación, pese a la energía del discurso de Báñez.
1. AUMENTO DE LA TEMPORALIDAD
Los fantasmas del pasado vuelven al mercado laboral. España crea mucho empleo, pero gran parte del mismo es temporal, como ocurrió en los años de la burbuja inmobiliaria. La tasa de temporalidad repuntó levemente entre abril y junio una décima hasta el 26,8%, según la última EPA. Durante la crisis descendió desde niveles superiores al 30% hasta el 21,9% con el que comenzó 2013.
Pero la recuperación del empleo ha venido acompañada en los últimos años también de un mayor volumen de contratos temporales, que crecen con mayor intensidad que los indefinidos. En el último trimestre el crecimiento interanual de los contratos temporales firmados fue del 7,7% hasta alcanzar la suma de los 4,2 millones, el registro más alto desde 2008. Mientras que los indefinidos aumentan un 1,8% hasta los 11,5 millones, la mayor estadística desde el segundo trimestre de 2011.
2. CAÍDA DE LA POBLACIÓN ACTIVA
La población activa alcanzó su nivel más alto en el segundo trimestre de 2012, con 23.489.500 personas. Desde entonces, ha caído en los últimos cinco años en 761.900 personas hasta los 22.727.600 del segundo trimestre. Entre abril y junio aumentó levemente respecto al primer trimestre, ya que el segundo trimestre suele ser positivo para el mercado laboral. Pero en términos interanuales volvió a caer (-148.100 activos), manteniendo la tendencia de descensos. La pirámide demográfica, el desánimo de muchos trabajadores que se alejan del mercado laboral, la extensión del periodo de formación o los flujos migratorios son algunas de las causas que, en casi todos los casos, tienen la crisis como el origen.
3. IMPORTANTE PRESENCIA DEL SUBEMPLEO
El peso de los contratos parciales respecto al total de asalariados sigue por encima del 16%, ratio que alcanzó ya en 2012, muy por encima de los niveles del 11% y del 12% previos a la crisis. El volumen de empleos parciales aumentó hasta los 2,6 millones en el segundo trimestre, el dato más alto de la historia. El 64% de estos trabajadores, según la EPA, trabaja a tiempo parcial por no haber encontrado un empleo a tiempo completo.
4. LENTA RECUPERACIÓN DEL NÚMERO DE HORAS TRABAJADAS
Fruto de lo anterior, el número de horas efectivas semanales trabajadas por los asalariados se queda atrás de la recuperación de los datos agregados de empleo. En el segundo trimestre hubo 15,7 millones de asalariados, lo que implica un incremento de 500.000 respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, las horas trabajadas por semana se redujeron en un 120.900 hasta los 508,5 millones. No obstante, este dato se venía recuperando desde el tercer trimestre de 2013, cuando se situó en 411,8 millones, el dato más bajo en la serie histórica del INE, que arranca en 2008.
5. LOS SALARIOS, CONGELADOS
España ha recuperado los niveles de PIB previos a la crisis con menor peso del componente de remuneración de los asalariados, que pasa del 50% al 47%. Ha descendido un 3% en nueve años mientras que el excedente bruto de explotación (EBE) -principalmente beneficios empresariales, aunque se consideran otras rentas, el consumo del capital fijo y se descuentan las amortizaciones- aumenta un 1,5%. La remuneración media por asalariado se situó en los 8.781 euros en el segundo trimestre. Una cifra que aumenta en 700 euros desde 2008. Sin embargo, en los últimos trimestres los salarios permanecen congelados. Este mismo dato ha descendido en 42 euros en los últimos 12 meses, un periodo en el que los costes laborales cayeron un 0,4% pese a que el deflactor implícito del PIB -precios de la producción generada- se situó en el 0,3%. Es decir, continúa la devaluación interna, que ha sido central en la recuperación de la economía.