China seguirá abriendo su sistema financiero al capital internacional para combatir su abultada deuda

El gobernador del Banco Popular de China ha señalado que el país abandonará el proteccionismo para fortalecer sus instituciones financieras

  • Zhou Xiaochuan no ha dado muestras de que el banco central aborde en el futuro próximo una mayor flexibilización del tipo de cambio del yuan
  • Fitch rebaja la perspectiva de crecimiento de Pekín en 2018 y 2019
Noemí Jansana
Bolsamania | 20 jun, 2017 08:32 - Actualizado: 12:01
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El gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, ha señalado que el país seguirá en la senda aperturista que ha permitido la entrada de capital extranjero a su sector financiero y persistirá en sus esfuerzos de fortalecer el sistema bancario del gigante asiático. Durante el foro anual Lujiazui, celebrado en Shanghai, ha asegurado que la buena salud de este segmento es fundamental para prevenir crisis financieras en el futuro y, por este motivo, el banco central continuará abandonando el proteccionismo.

Zhou se ha centrado en las amplias reformas acometidas para ser más competitivos, pero ha evitado abordar problemas de política monetaria más apremiantes como la gestión del tipo de cambio del yuan o el equilibrio de los esfuerzos para “desapalancar" la economía y fomentar el crecimiento, según señala 'Reuters'.

El máximo representante del regulador monetario chino ha dicho que los deseos de algunas personas de limitar la participación extranjera en el sector financiero estaban "centradas en sus propios intereses" y no en favorecer a las instituciones financieras chinas. "De la experiencia de muchos países, incluida la nuestra, sabemos que el proteccionismo llevará a la pereza y la debilidad... el proteccionismo conducirá a una competitividad débil y perjudicará el desarrollo de la industria y (hará) mercados e instituciones insalubres e inestables", ha señalado.

La deuda total del gigante asiático alcanza el 255% de su Producto Interior Bruto (PIB)

En los últimos meses se ha visto como el Gobierno del país ha abierto partes del sector financiero a la participación extranjera, pero las firmas foráneas aún se enfrentan a restricciones tanto en las inversiones como en los negocios. No obstante, en un entorno en el que la deuda se ha disparado, los riesgos tanto para la economía de China como para el sector bancario se han incrementado.

Según datos del Banco de Pagos Internacionales de septiembre de 2016 -los últimos disponibles-, la deuda total del gigante asiático alcanza el 255% de su Producto Interior Bruto (PIB). La deuda corporativa representa ya el 166,2%, mientras que la pública, en manos del Gobierno, y la de los hogares están en niveles aun bajos en comparación con otras grandes economías (46,1% y 43,2% del PIB, respectivamente).

La abultada deuda es uno de los motivos por los que recientemente, la agencia de calificación crediticia Moody’s rebajó el país a A1 desde AA3 y cambio la perspectiva de estable a negativa. El nuevo ‘rating’ refleja las expectativas de que la fortaleza financiera china se erosione en los próximos años.

La receta del Banco Popular de China, según explica la agencia de noticias, es seguir progresando en franquear sus puertas a la entrada de fondos internacionales. Durante la sesión inaugural del foro económico Zhou ha insistido en que la industria que engloba todo tipo de servicios financieros de la segunda potencia económica mundial se ha beneficiado de abrirse al exterior.

CAMBIOS EN EL YUAN

El gobernador del banco central también ha explicado que proseguirán con sus esfuerzos de equiparar el estatus del yuan al de otras monedas. Un primer paso será que el sistema de pagos internacionales de largo plazo de China para el asentamiento transfronterizo de yuanes "pronto" estará basado en Shanghai. El Sistema de Pagos Internacionales de China, o CIPS, reemplazaría un mosaico de redes y permitiría pagos de yuanes sin complicaciones, explica 'Reuters'.

China ha estado interesada en convertir el yuan en una moneda global, pero sus esfuerzos se han visto frustrados por una serie de medidas de control de capital destinadas a aliviar la presión de depreciación en los últimos meses.

No obstante, la moneda se ha desempeñado mucho mejor de lo previsto por analistas y firmas financieras en lo que llevamos de año. Varias rondas de inyecciones de dólares en el sistema financiero, los controles de capital y un dólar más débil de lo previsto han apuntalado la moneda en 2017.

FITCH REBAJA EL OBJETIVO DE CRECIMIENTO DE PEKÍN

Por otra parte, el abultado nivel de endeudamiento del país acabará por afectar a su crecimiento. Al menos así lo afirma la agencia de calificación Fitch, que espera que la expansión del gigante asiático caiga por debajo del objetivo de crecimiento de Pekín, del 6% en 2018 y 2019.

La agencia de racing, en su informe regular de Perspectivas Económicas Mundiales, pronostica un crecimiento en China del 5,9% en 2019 y del 5,8% el año siguiente. Se espera que la economía crezca un 6,5% este año.

Fitch observa condiciones de crédito más estrictas a medida que las autoridades reprimen el crecimiento del apalancamiento en el sistema financiero. La agencia ha dicho que el nuevo crédito como parte del PIB ya se ha "desacelerado bruscamente", lo que sugiere una ralentización en las ventas de viviendas por delante. "La vivienda es el sector cíclico clave en la economía y pesará sobre el crecimiento en 2018 junto con una probable desaceleración en el desarrollo de la infraestructura", dijo Fitch.

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