Las autoridades monetarias consideran que las fugas de fondos se han frenado
La estabilidad de la que goza el yuan en este 2017, que en lo que llevamos de 2017 ha logrado remontar casi un 1% la aguda depreciación del año pasado, que llevó a la moneda china a devaluarse un 6,5% contra el dólar de EEUU, lanza un mensaje de tranquilidad sobre las salidas de capitales del país. Por este motivo, según fuentes interbancaria citadas por 'Reutres', el Banco Popular de China ha relajado algunas de sus restricciones a las salidas de capitales transfronterizas establecidas hace unos meses para apuntalar el renminbi.
La presión ha disminuido también sobre la despensa de divisas del gigante asiático, que se ha recuperado por encima de los tres billones de dólares, aunque todavía está lejos de recuperar todo lo invertido en apuntalar el yuan, más del 10% sólo en 2016. La buena marcha de la economía también arroja un mayor optimismo por parte de los inversores en el país y su divisa. Por último, las caídas del dólar, que ha ido perdiendo fuelle desde los máximos conseguidos a inicios de año, han permitido que el yuan se estabilice por debajo de las 6,90 unidades por cada dólar, con un mínimo anual en las 6,84 unidades.
La confianza del mercado en el yuan ha mejorado significativamente
Este clima favorable se palpa también en el gobieno de Xi Jinping. El primer ministro Li Keqiang dijo el martes que la confianza del mercado en el yuan ha mejorado significativamente, y desde la semana pasada el banco central chino ya no está exigiendo que las salidas y las entradas de capitales de los bancos coincidan al 100%, según fuentes conocedoras de la situación.
Desde finales de 2016, el gobierno implementó medidas específicas que prohibían las transferencias internacionales por más de 5 millones de dólares y sometían a una férrea vigilancia acuerdos de más de 10.000 millones de dólares o inversiones inmobiliarias de más de 1.000 millones por parte de empresas estatales, entre otros.
Pero según varias fuentes interbancaria citadas por 'Reuters', las autoridades monetarias del país habrían empezado a aflojar su cerco. Una información que también ha sido corroborada por el 'South China Morning Post'. La reacción del gobierno llega también después de las quejas de las principales empresas del país que habían expresado que los controles de Pekín dañaban su expansión internacional, ya que les privaban de hacer inversiones y adquisiciones estratégicas.
Las fuentes que cita 'Reuters' explican, sin embargo, que la Agencia Estatal del Mercado de las Divisas (SAFE por sus siglas en inglés) seguirá vigilando de cerca lo que consideran inversiones “irracionales” en bienes inmuebles, entretenimiento, deportes y otros sectores.