Los analistas creen que aumentará un 6,8%, por debajo del 6,9% de los tres primeros meses de 2017
China publica este lunes los datos de su producto interior bruto (PIB) del segundo trimestre. Los analistas creen que aumentará un 6,8%, cifra mayor a las previsiones gubernamentales para el año (6,7%) pero menor al avance registrado en los tres primeros meses, del 6,9%, según informa EFE.
En concreto, los analistas piensan que las cada vez más restrictivas políticas financieras aplicadas por el Gobierno podrían lastrar las importaciones y la inversión, frenando así el crecimiento económico del país y el cambio de modelo que persigue Pekín, tal y como explica la agencia de noticias.
Las medidas del Ejecutivo para luchar contra la especulación inmobiliaria y la deuda corporativa, son algunos de los factores que pueden lastrar el dato del PIB
Las medidas del Ejecutivo para luchar contra la especulación inmobiliaria y la deuda corporativa, así como la desaceleración del crecimiento crediticio, son algunos de los factores que pueden lastrar el dato del PIB, que en el primer trimestre superó a los seis anteriores gracias a la fuerte inversión pública en infraestructuras.
Los datos semestrales de comercio, publicados el pasado jueves, revelaron que las importaciones chinas aumentaron un 25,7% interanual, mientras que las exportaciones lo hicieron en un 15%, algo que los analistas vinculan a una fuerte demanda externa y a una interna relativamente resistente. Precisamente son las exportaciones las que, según los expertos, evitarán una caída brusca de la economía del país asiático, que estaría entrando en una nueva fase de desaceleración paulatina.
En cambio, algunos analistas perciben como posible que el crecimiento de las exportaciones se desacelere, ya que existe incertidumbre sobre la demanda externa por el aumento de los riesgos geopolíticos y a la apreciación del yuan frente al dólar estadounidense en el primer semestre. Además, las reservas chinas de divisas invitan al optimismo después de aumentar en junio por quinto mes consecutivo.
La inversión en vivienda supone aproximadamente el 10% del PIB del país asiático
NO TODOS LOS DATOS SON OPTIMISTAS
En el sector industrial, las principales empresas chinas incrementaron sus beneficios en un 22,7% interanual en los cinco primeros meses del años, cifra que se dispara al 53% en el caso de las estatales. Por su parte, la inflación en China aumentó de media un 1,4% interanual en la primera mitad de 2017, dato bastante alejado de los objetivos del Gobierno, que fijan una subida de cerca del 3%.
Pero no todos los datos invitan al optimismo ya que, según la agencia de calificación Fitch, el enfriamiento del mercado de la vivienda en China, propiciado por las autoridades para evitar la formación y el estallido de un burbuja inmobiliaria, tendrá consecuencias negativas para la economía durante la segunda mitad del año y en 2018.
En concreto, la inversión en vivienda supone aproximadamente el 10% del PIB del país asiático, incluso algo más si se incluyen los sectores relacionados, por lo que Fitch prevé que en 2018 el crecimiento de la economía china sea inferior al 6%.