También alargar los ERTE, bajar cuotas, liquidez para empresas y recuperar el peso de la industria
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha presentado sus propuestas para la reactivación de la economía tras la pandemia de coronavirus, y entre otras cosas reclama al Gobierno que no suba impuestos a las empresas porque esa es "la peor medicina" contra una crisis como la que atraviesa España. Asimismo, pide paralizar la renta mínima que se ha anunciado al considerar que "no es el momento", dado que afectará al déficit estructural, y que se dé a los empresarios más margen para despedir y bajar salarios para evitar una oleada de cierres.
En concreto, la patronal pide "evitar, en la medida de lo posible, incrementos de impuestos en un contexto como el actual y como el que vendrá, ya que pueden lastrar el proceso de adaptación y destruir tejido empresarial". Aunque el vicepresidente de esta organización empresarial, Íñigo Fernández de Mesa, ha ido un paso más allá al decir que "es muy importante que no haya subida de impuestos" porque en un momento de desaceleración económica como el que estamos viviendo, "la peor medicina que puede haber es esta".
Tal y como apuntó este lunes en la presentación del informe 'Estrategia España para la recuperación de la crisis del COVID-19', realizado por la CEOE en colaboración con Deloitte y Esade, subir impuestos a las empresas le parecería "un gran error" porque "la recuperación económica tiene que recaer sobre las empresas", y "si la imposición aumenta sustancialmente, será mucho más lenta".
En el informe, en el que los empresarios vaticinan que el Producto Interior Bruto (PIB) de España podría llegar a caer un 15,5% en 2020 en el peor de los escenarios, es decir, si hay un rebrote de la enfermedad y si la vacuna no está disponible ni siquiera a finales de año, también se aboga por dejar a un lado medidas que supongan un gasto de carácter continuado y que puedan poner en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas.
La CEOE se refiere al ingreso mínimo vital, o renta mínima. Según Fernández de Mesa, "si es gasto estructural y no conyuntural, no es el momento de tener esta discusión". Los empresarios se muestran de acuerdo con evitar que nadie se quede atrás en esta crisis, pero inciden en que ahora hay que resolver "la crisis actual que tenemos encima de la mesa", de forma que incurrir en "gastos temporales están bien, pero aquellos que tiendan a aumentar el déficit estructural, no van en la dirección correcta porque van contra la credibilidad" de España, ha dicho el vicepresidente de la patronal, que no está de acuerdo con incorporar partidas de gasto permanentes que "nada tienen que ver con el Covid-19".
De hecho, la CEOE remarca que, una vez que el país logre normalizar su crecimiento, tendrá que "revertir el aumento del déficit público" y apostar por "recuperar la consolidación estructural" de las finanzas públicas. "En el corto plazo hay que darlo todo, no queda más remedio, pero el año que viene el déficit público tiene que verse corregido", ha insistido Fernández de Mesa.
Por otro lado, los empresarios solicitan también al Gobierno más margen para despedir y bajar los salarios si se quiere evitar una oleada de quiebras. "Hay que pensar en fórmulas que den algo más de flexibilidad en las relaciones laborales, que permitan hacer la desescalada de forma eficiente" y faciliten la transición, ha remarcado el vicepresidente de la CEOE. En el informe, la patronal sugiere "simplificar los procesos de modificación sustancial de las condiciones de trabajo, movilidad geográfica y descuelgue del convenio", así como "incrementar el porcentaje de jornada de trabajo que puede distribuir irregularmente la empresa y el tiempo para su compensación".
También insiste en la prolongación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), como ha venido haciendo en las últimas semanas, para que las empresas puedan decidir a cuántos trabajadores incorporan según la carga de trabajo en cada momento. El Gobierno lo está valorando, pero la CEOE urge a hacerlo efectivo para que sobreviva el mayor número de empresas. En concreto, aboga por "prolongar las medidas excepcionales en materia de suspensión de contratos de trabajo y reducción de jornada y articular otras nuevas, de manera que se permita adecuar la plantilla de las compañías a la paulatina recuperación de la actividad, limitando el alcance del compromiso del mantenimiento del empleo y los efectos de su posible incumplimiento".
También habla de "recuperar las causas de extinción de los contratos como medida de salvaguarda de la pervivencia de las empresas y con ello del empleo. De forma que no se limite la extinción derivada de causas válidas que ninguna relación guarden con el coronavirus y el estado de alarma", y reclama al Gobierno que permita "la posibilidad de afectación y desafectación flexible de trabajadores afectados por ERTE en función de la variación de la actividad mientras dure el periodo de transición".
Los empresarios proponen, además, "suprimir las cuotas empresariales a la Seguridad Social en ERTE y reducir las cuotas a la Seguridad Social para aquellas empresas que se comprometan a mantener el empleo en condiciones y plazos claramente delimitados", pero además llama a dotar de mayor liquidez a las empresas a través de los avales ICO.
En concreto, pide simplificar trámites para la concesión de estas ayudas, de forma que el dinero llegue antes a las empresas, e incluso ampliar su alcance. La patronal incluso pide que se eleve el riesgo avalado hasta el 100% si las condiciones lo requieren y que el importe de estos créditos sea "el necesario, sin límites", de forma que si se llega a los 100.000 millones anunciados por el Ejecutivo, "habría que ampliarlos", ha señalado Fernández de Mesa.
Por último, habla de la necesidad de reactivar la industria, un sector que es un "motor económico" y "juega un papel tractor para muchos sectores auxiliares, al tiempo que es una fuente de empleo de calidad". La patronal cree que habría que incrementar su peso sobre el PIB del 14% actual hasta el 20%, ya que cree que puede atraer a muchos de los trabajadores del sector turístico que se van a quedar en el paro. En palabras del vicepresidente de la CEOE, el sector automovilístico, el textil y el químico pueden ser los nuevos motores de empleo.